SUJETOS PACIENTES DE LA HISTORIA
¿Qué hace la niña Espeth en
Thinka-Kenia? Su niñez fue africana. Rectifico ¿qué se les había perdido a sus
padres en aquellos pagos tan alejados de su Inglaterra natal? ¿Por qué la
familia emprendió semejante aventura? ¿Qué impulsó a exponer haciendas y salud,
en pos de una hipotética riqueza? Tierras, gentes, lenguas, costumbres, todo
ajeno, extraño. Aprendizaje, adaptación, quizá rechazo.
Somos sujetos pacientes, muchas veces, de los grandes acontecimientos
históricos. La experiencia vital que Espeth nos cuenta, y la suya, como la de
tantos otros, estuvo enmarcada dentro de ese fenómeno histórico que hemos
dado en llamar colonialismo-imperialismo en África.
A partir del s. XVIII, y gracias
a las consecuencias derivadas de la Revolución Industrial, Inglaterra pisa el
acelerador y se pone a la cabeza de las potencias industriales creando un
Imperio. África se habría a los europeos prometiendo riquezas sin fin. Era tan
salvaje, desconocida, ingenua, tan grande… Gran Bretaña a la que se sumarían
Francia y Alemania, sobre todo, se lanzaron a la carrera, casi casi literal,
por colonizar desiertos, montañas, llanuras, costas… tierras que según sus
actos, no tenían dueño digno de tal nombre. Casi de igual forma a la que en la
peli “La conquista del oeste”, los colonos norteamericanos corren con sus
carretas para llegar los primeros a hacerse con las mejores tierras, así, al
modo del oeste, los europeos “corrieron” por África de norte a sur y de oeste a
este hasta cruzarse en Fashoda (1898). Topeton, parón y hablamos de cómo nos lo
repartimos. Pues eso, el colonialismo derivó en imperialismo a principios del
s. XX y es el escenario temporal y físico en el que se mueve la infancia de
Espeth, el África Oriental Británica. Atentos a con que alegría se compraban y
vendían tierras de propiedad indígena si seguimos un razonamiento lógico:
“Back Ponsonby compró mil acres
un poco más allá y estaba impaciente por quedarse todo el lote, pero le dije
que no podía ser porque ya le había dado mi palabra a otro. Esto le deja a usted
vía libre. ¿Qué le parece una finca para el ganado cerca de Voi? O haya también un sindicato que empieza a comprar
tierras baratas en Uganda…”
Para conocer la política del
periodo histórico, "Imperio Británico"
y sobre el reparto de África. Sobre igual temática, Carpetas de Historia
Pero se si prefiere una serie documental, el inicio de El Imperio Británico
Un ingrediente básico para el
mantenimiento de la situación en las colonias: el respeto (opinión de un personaje del relato)
“De hecho, el respeto era la única defensa de los europeos que vivían
aislados, o en familias dispersas, entre miles de africanos acostumbrados a
librar batallas sin tregua armados con lanzas y flechas envenenadas. Este
respeto los protegía como una cota de malla invisible, o un truco de magia, y
rara vez fallaba; pero había que custodiarlo con mucha cautela. De no
detectarse y repararse de inmediato, el menor rasgón o agujero podría destrozar
la armadura y dejar a su portador expuesto con toda su vulnerabilidad humana al
descubierto.”
Y si el inicio de su vida está
inmerso en un “suceso” histórico, también otro acontecimiento histórico pone
fin a su experiencia africana: la Primera Guerra Mundial. Parece una
perogrullada pero el calificativo de mundial no es gratuito. La Gran Guerra se
extendió por las colonias que los contendientes tenían en África, trasladando
los campos de batalla a lugares tan exóticos para los europeos como alejados de
las razones que desangraban a Europa. ¿Por qué deberían llegar hasta allí los
efectos de la locura Europea? El lugar de nacimiento de los colonos y la
cultura de cada cual marcaban la diferencia, lo demás daba igual, y a un toque
de corneta realizado a miles de km., todo el mundo se puso firme. “Robin volvió a los tres o cuatro días con
montones de noticias. Dijo que venía gente de todos los rincones del país en
trenes, carretas o mulas, algunos de ellos sin más que la ropa que llevaban
puesta y un rifle, cualquier cosa desde una carabina ligera a una escopeta de
doble cañón para elefantes.”
De esta forma, la niña Espeth se
vio afectada por algo que sucedía en otro continente.
Así, sin quererlo y aún sin saberlo, todos y cada uno de nosotros somos zarandeados por esos hechos históricos que luego figuran en los manuales de historia. Sujetos pacientes de algo sobre lo que rara vez nos han pedido opinión.
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