¡QUÉ NO FALTE LA MÚSICA¡
Es
una infracción al código, que me he autoimpuesto, de no incluir cosas que no
merezca la pena compartirse, desde mi óptica subjetiva, claro está. Desde esa
posición la tarantela no me mola nada. No obstante es muy propia de la tierra y
de los protas de la peli y aquí están.
El porque sí.
Cuando
Beethoven compone su Pastoral a buen seguro que estaba pensando en otros
espacios y otras montañas, pero yo cierro los ojos y me veo como una alegre
pastorcita a la que no le afecta el calor y la dureza del paisaje calabrés.
Si hablamos de mafia, la tragedia siempre se cuela de rondón,
y aunque la música no evita las consecuencia de lo trágico, las hace más
artísticas.
Remontando
Mil gracias a mi colaborador
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