DRONES Y GUERRA EN PROFUNDIDAD
JAVIER JORDAN, JOSEP BAQUES,
Guerra de drones. Biblioteca Nueva, 2014
En lo que respecta a la forma de hacer la guerra puede decirse que el
futuro ya está aquí. Desde hace varios años Estados Unidos viene
empleando aviones de combate no tripulados (también conocidos como
drones) para enfrentarse contra Al Qaeda y diversos grupos
insurgentes en Afganistán, Irak, Pakistán, Yemen y Somalia. ¿Hasta
qué punto se trata una auténtica revolución en los asuntos
militares?, ¿qué factores sociales y políticos inducen este nuevo
modo de combatir?, ¿qué impacto va a tener sobre las fuerzas
armadas?, ¿qué dilemas plantea el empleo de robots armados en
términos técnicos, e incluso en clave moral? (Casa del Libro)
MEDEA
BENJAMIN, Las guerras de los drones. Anagrama, 2014
Los
drones son, sencillamente, aviones teledirigidos. Su tamaño oscila
entre el de un avión comercial y una maqueta de aeromodelismo,
aunque se habla ya de nanodrones que tendrán el tamaño de una
mosca. Lo ideal es que se utilicen para ayudar en catástrofes y
otras misiones civiles. Los países que están en guerra los utilizan
para atacar al enemigo. La ética de la guerra se basa en dos
principios: diferenciar entre combatientes y civiles, y que haya un
mínimo de consecuencias para la población civil en la persecución
de los objetivos militares. El presente libro estudia el creciente
empleo de drones en las guerras sucias de Estados Unidos (Irak,
Afganistán, Libia, Yemen, Somalia...), sobre todo por parte de la
CIA, de organizaciones vinculadas con el Pentágono y de contratistas
privados que reclutan mercenarios. Los drones de guerra son
manipulados por individuos con varias pantallas ante sí; dicen: «ese
tipo tiene pinta de terrorista islámico», y el analista de imagen
lo confirma o lo niega, y según el caso se le mata o se le deja en
paz. Guerra sucia significa aquí buscar desde el aire a cualquier
posible indeseable y, en vez de capturarlo, para ver si es él, y
juzgarlo, para verificar su culpabilidad, se le lanza un misil y se
le hace trizas, a él y a cuantos estén a su alrededor. Barak Obama
tiene su lista secreta de indeseables, la CIA tiene otra, los
militares la suya, y así hasta que se acaben los presuntos
terroristas islámicos y aparezcan otros que justifiquen la
continuidad de la industria de guerra de Estados Unidos... Los drones
del futuro serán autónomos, «identificarán» personal y lanzarán
misiles por su cuenta. Y los drones no saben nada de ética. Y
veremos qué ocurre cuando los «terroristas» consigan drones para
sus fines o cuando Estados Unidos tropiece con otro Vietnam.
JUAN CARLOS
LOSADA, De la honda a los drones. Pasado y
presente, 2014
Este
libro parte de una tesis polémica: la guerra tiene consecuencias
colaterales beneficiosas para la humanidad. Y ha sido, en parte,
motor de
progreso. El catedrático en historia militar Juan Carlos
Losada ha repasado la
historia de la humanidad desde el Paleolítico
hasta la actualidad buscando los
ejemplos en los que podemos
descubrir los insospechados y casi siempre
involuntarios progresos
que los grandes acontecimientos bélicos han
provocado. Con casos
como la evolución de la rueda y los carros, el desarrollo
de la
ética, la navegación, la cartografía, la industria, la química y
la robótica
podemos ir siguiendo la ruta de una cierta evolución
ligada a un
acontecimiento tan deleznable como la guerra.
ENRIC
ARRIBAS, SONIA LUJAN. Drones: sombras de la
guerra contra el terror.
La llevin-virus. 2015
«El
dron fascina y aterroriza a partes iguales por la innegable ventaja
que
confiere a quienes pueden recurrir a su poder de muerte.»
Entronizado como
adalid de una supuesta «guerra limpia y
quirúrgica», exaltado en la lógica
neoliberal por sus
posibilidades mercantiles o, en el extremo opuesto,
representante de
una supuesta maldad tecnológica, el dron es hoy un objeto
sacralizado. Pero, en su desnudez, se trata de «versiones
perfeccionadas de los
viejos aviones teledirigidos», y su interés
real reside en su papel en las lógicas
de la guerra mundial contra
el terror o en la renovación del monopolio de la
violencia estatal,
bélica y sistémica. El dron es parte y consecuencia de un
proyecto
de dominación política global, que lo condiciona de raíz. Este
libro
desmonta numerosos tópicos. Su supuesta similitud con un
videojuego queda
en entredicho por los niveles de estrés
postraumático que se dan entre los
operadores de aviones no
tripulados, superiores a los de las tropas en el
campo de batalla. Su
uso como complemento de operaciones antidisturbios en
conflictos
urbanos cuestiona la supuesta inocuidad de la violencia dron en los
países occidentales. Son sólo dos ejemplos de cómo este artefacto
no aleja la
guerra sino que la acerca más si cabe a nuestras vidas.
ROBERTO
MONTOYA. Drones, la muerte por control
remoto. Akal, 2014
Breve
y sintético análisis del uso de los drones por partes de los
Estados
Unidos.Barack
Obama prometió acabar con la «cruzada» contra el terror de
George
W. Bush, pero solo ha cambiado los métodos de esta. Ha multiplicado
los «asesinatos selectivos» con su arma estrella, los drones, sus
sicarios
robóticos. Es una guerra menos visible en Occidente; más
«virtual»;
económica; sin bajas propias, y garantiza la impunidad
de sus autores. Ya son
cerca de 5.000 las víctimas de esos ataques
letales en Oriente Medio, África y
Asia, ordenados por pilotos
sentados frente a un monitor desde 10.000
kilómetros de distancia
con una simple pulsación de su joystick. Y es solo el
comienzo, la
guerra robótica ya no es un simple juego de Play Station, ya está
aquí.
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