EL PLACER DE FABULAR Y LA OBLIGACIÓN DE INVESTIGAR
Es una cuestión de gustos, el por
dónde empezar. Comenzar por la ficción para seguir con la realidad, o quizás,
todo lo contrario. En esta ocasión, voy a
empezar por la ficción, si no lo hago así, la realidad me aplastará con su
implacable certeza y me dejará sin aliento para nada más.
Fabulando
En esta ocasión, podemos ir a la
fuente. Gran oportunidad y lujo unidos. La directora de la película “El médico
alemán” también es la autora de la novela en la que se basa la peli, “Wakolda”
Wakolda de Lucía Puenzo (2013)
Wakolda de Lucía Puenzo (2013)
En su camino hacia la Patagonia en 1959, un científico alemán conoce a
una familia que lo acoge en su nuevo hostal. Pronto el interés entre ellos
crece aunque la familia ignora que este hombre sofisticado y culto no es otro
que el criminal nazi Josef Mengele, perseguido por el servicio de inteligencia
israelí. Su carisma y misterio seducen sobre todo a la hija, cuyo físico a su
vez fascina al médico. Lilith es una adolescente rubia, de piel muy blanca y
grandes ojos azules, casi perfecta para Mengele, pero que apenas mide algo más
de un metro. En Lilith, como en las muñecas de asombroso ideal estético ario
que fabrica artesanalmente el padre, Josef revive todas sus obsesiones sobre la
pureza y la perfección. Lucía Puenzo combina las referencias históricas en una
original e inquietante ficción en la que explora las fronteras entre el bien y
el mal y muestra, con sutilidad, el horror de los más oscuros pensamientos de
un hombre. (Lecturalia)
Odessa de Frederick Forsyth (1972)
La
historia comienza el 22 de noviembre de 1963, el día en el que John F. Kennedy
fue asesinado. Un joven reportero alemán acierta a ver una ambulancia en una
carretera. Persigue a la ambulancia y descubre que lleva a un anciano judío,
sobreviviente del holocausto, que se acababa de suicidar. El reportero obtiene
el diario del hombre, que contiene información sobre su vida en los campos de
concentración de la Segunda Guerra Mundial, y los nombres de los miembros de
las SS que controlaron los campos. Él se propone cazar a un Nazi que es
mencionado en el diario, no solamente para tener tema para una portada
sensacionalista, sino también por una razón personal más seria: su padre, un
capitán sumamente condecorado de la Wehrmacht, fue matado a tiros por un
oficial de las SS durante un altercado de guerra. Él cree que el Nazi que
figura en el diario es el que que mató a su padre, lo cual comprueba ser
verdadero lo interroga a punta de pistola. Simon Wiesenthal, investigador
histórico en la vida real de criminales de guerra Nazis, tiene una breve
aparición como un personaje de la novela. (Lecturalia)
Una llama misteriosa
de Philip Kerr (2009)
La acción transcurre entre Berlín 1932 y Buenos Aires 1950, es decir la
Alemania en la antesala del nazismo y la Argentina de Perón y Evita. El
argumento introduce con audacia la
presencia de los criminales de guerra nazis en la Argentina, con la
posibilidad de utilizar Paraguay o Chile como segundo destino.
Lo atractivo del libro es que integra aspectos de una buena novela
histórica con lo mejor del estilo de la novela negra: el cinismo del
protagonista, el humor negro de los diálogos o la consideración del personaje
como un mero peón con la continua sensación de que la partida le puede pasar
por encima en cualquier momento. La parte histórica es realmente impactante, figuras
como Mengele, Eichmann o Kammler producen verdaderos escalofríos. Y bueno, el
propio Perón tampoco queda bien parado. Aparte de acoger criminales de guerra y
eliminar opositores políticos, queda retratado tanto por su estrategia de
apoderarse de los fondos nazis en Suiza y ordenar la destrucción de
documentación relacionada con el genocidio judío en la propia Argentina, como
por su inclinación hacia las jovencitas menores de edad. No se trata de meras
invenciones literarias, Philip Kerr se basa en los trabajos de Uki Goñi, Gerald
Posner y John Ware, que se citan en una nota al final del libro.(IguAnalista)
La tarea de investigación es un
quehacer apasionante. Bucear y descubrir asuntos olvidados u ocultos, todo un
desafío. No obstante, cuando el tema a tratar es como éste, la
investigación se convierte en algo
absolutamente necesario. Necesario para conocer hasta donde ha llegado el ser
humano, cuáles son algunos de nuestros episodios más negros. No pierdo la
esperanza. Puede que peque de ingenua al creer que el conocer nuestro pasado
nos da una oportunidad de no repetirlo. ¿Los americanos hubieran invadido Irak
si el presidente Bush hubiese leído a Napoleón? En fin, los hechos son lo que
son, pero yo no pierdo la esperanza. Tiene que servir. He leído en alguna parte
que los colegios alemanes tienen como actividad complementaria obligatoria para
todos sus niños, la visita a un campo de exterminio.
La auténtica Odessa. La fuga
nazi a la argentina de Perón de Uki Goñi (2002)
Es sabido que Adolf Eichmann --el hombre que organizó las deportaciones
de judíos de toda Europa a los campos de exterminio--, Josef Mengele --el
médico de las SS en Auschwitz--, Erich Priebke --el oficial de las SS responsable
de la matanza de rehenes italianos en Roma-- y muchos otros criminales de
guerra hallaron refugio en Argentina. Entre ellos se incluían fascistas
croatas, colaboracionistas belgas y pronazis franceses. Pero ahora, por primera
vez, un valiente escritor argentino revela de qué modo se organizaron los
mecanismos de fuga, con el apoyo entusiasta del propio presidente Juan Domingo
Perón. Goñi describe el antisemitismo prebélico de la élite argentina y
documenta los primeros contactos entre Perón y los nazis. Basándose en archivos
inéditos de la inteligencia estadounidense, en documentos de archivos europeos
recientemente descubiertos y en entrevistas con las personas implicadas, Goñi
explica cómo en 1944 empezaron a llegar a Madrid agentes del servicio secreto
de Himmler con el fin de preparar una ruta que permitiera la huida de Alemania
a los nazis derrotados. En 1946, el operativo se trasladó a Buenos Aires, donde
actuó desde el palacio presidencial, extendiendo sus tentáculos hasta
Escandinavia, Suiza e Italia. Entre otras revelaciones, el libro denuncia el
papel del Vaticano, de la Iglesia católica argentina y del propio gobierno del
país, cuando se alcanzó un acuerdo secreto en Roma para la fuga de criminales
de guerra franceses y belgas a Argentina. El autor revela que las autoridades
suizas permitieron el tránsito ilegal de nazis a través de su territorio, y
explica de qué modo el oro del tesoro público croata, en parte procedente del
saqueo de las 600.000 víctimas judías y serbias del régimen, acabó en Argentina.
Los descubrimientos realizados en este fascinante libro, fruto de una
meticulosa investigación, son, en definitiva, de una gran trascendencia.
Odessa al Sur de Jorge
Camarasa (2012)
Al final de la Segunda Guerra Mundial, América del Sur se convirtió en
albergue y hogar para decenas de miles de alemanes, austríacos y croatas que
huían de la Europa arrasada. La Argentina fue para la mayor parte de ellos
puerto de llegada y también destino privilegiado. Legalmente documentados o con
papeles falsificados, entre esa multitud llegaron miles de nazis y centenares
de criminales de guerra. Algunos de sus nombres, años después, serían titulares
de los principales diarios del mundo: Adolf Eichmann, Joseph Schwammberger,
Walter Kutschmann, Klaus Barbie, Joseph Mengele, Erich Priebke, Ante Pavelic,
Gerhard Bohne, Dinko Sakic. Tras una paciente y minuciosa investigación, Jorge
Camarasa revela en Odessa al Sur los entretelones de la compleja operación que
aseguró el éxito de esa inmigración inquietante, quiénes apoyaron a los
exiliados, qué actividades desarrollaron en el país, con qué regímenes y
gobiernos se comprometieron. Tuvieron que pasar más de seis décadas para que
los argentinos empezáramos a asimilar el papel que nuestro país desempeñó en la
protección de esos criminales, así como los costos políticos que trajo
aparejados esa terrible aventura
Mengele de John Ware y Gerald Posner (2005)
John Ware, productor de televisión
londinense, se vio implicado en el caso Mengele en 1977, cuando preparaba un
documental para el programa "World in Action" de la cadena Granada
TV. En 1984, Gerald L. Posner y John Ware aunaron su talento y tesón para
llevar a cabo una exhaustiva investigación cuyo resultado es esta biografía
definitiva del medico alemán.
Los científicos nazis en la Argentina
de Carlos de Napoli (2008)
La fuerza destructora del nazismo no hubiera sido posible sin el aporte de un grupo de relevantes científicos alemanes. Tanto en el frente de batalla como en los campos de concentrción, el aporte de sos hombres, y de las empresas para las que trabajaban, fue decisivo durante años. No lograron que Hitler ganara la guerra pero perfeccionaron la estrategia para el exterminio de millones de judíos, experimentando con prisioneros y desarrollando armas de destrucción masiva. Sin embargo, terminada la contienda, muy pocos fueron juzgados y las penas fueron muy leves. Rápidamente los países vencedores se llevaron a los más eminentes para trabajar en su beneficio. Un grupo de ellos llegó a la Argentina amparados por el gobierno de Perón. La lista incluye un premio Nobel, a un incipiente científico nuclear, a otro aeronáutico y hasta el siniestro médico, Josef Mengele, "el angel de la muerte". En este libro, Carlos de Napoli, autor de otras dos obras sobre la penetración nazi en Argentina, analiza el rol relevante de los científicos al servicio del nazismo y como el resto del mundo "aprovecho " esa experiencia una vez terminada la guerra. La Argentina no fue la excepción.
de Carlos de Napoli (2008)
La fuerza destructora del nazismo no hubiera sido posible sin el aporte de un grupo de relevantes científicos alemanes. Tanto en el frente de batalla como en los campos de concentrción, el aporte de sos hombres, y de las empresas para las que trabajaban, fue decisivo durante años. No lograron que Hitler ganara la guerra pero perfeccionaron la estrategia para el exterminio de millones de judíos, experimentando con prisioneros y desarrollando armas de destrucción masiva. Sin embargo, terminada la contienda, muy pocos fueron juzgados y las penas fueron muy leves. Rápidamente los países vencedores se llevaron a los más eminentes para trabajar en su beneficio. Un grupo de ellos llegó a la Argentina amparados por el gobierno de Perón. La lista incluye un premio Nobel, a un incipiente científico nuclear, a otro aeronáutico y hasta el siniestro médico, Josef Mengele, "el angel de la muerte". En este libro, Carlos de Napoli, autor de otras dos obras sobre la penetración nazi en Argentina, analiza el rol relevante de los científicos al servicio del nazismo y como el resto del mundo "aprovecho " esa experiencia una vez terminada la guerra. La Argentina no fue la excepción.
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