LO QUE NOS GUSTA VER
Y LO QUE NO
Hay ciudades, independientemente
de su tamaño, que derrochan historia, cultura, sabor. Un paseo por sus calles,
con los sentidos bien alertas, te transporta. Es a través de su trazado, su
arquitectura, su sensibilidad artística, como podemos apreciar su diferencia,
aquello que las hace únicas y especiales.
Londres es una de esas ciudades a
las que el paso del tiempo les ha sentado divinamente. Deambular por sus
calles, únicamente mirando escaparates, algo que hacemos con demasiada
frecuencia cuando callejeamos, es un delito. Hay que abrir el ángulo visual y
dejarse impregna por el estilo que las hace únicas y les da personalidad.
“Al cabo de pocos meses yo estaba familiarizada con la ecología humana,
las gradaciones de la decencia y la decadencia de los pubs que había alrededor
de Camden, Kentish town e Islington” Por aquí Serena transitaba, paseaba,
se divertía… ¿Se puede experimentar hoy el arte de la ciudad, de vivir en ella
y de sentirla como una experiencia sensitiva, emocional? O ¿simplemente hay que
sufrirla e intentar ser un superviviente más al acabar el día?
Paseo por Candem town
Pero el país de Serena en aquellos
años también mostraba otra cara y la fotografía de Chris Killip así lo retrató
Y un paso más.
Jamie Reid, el arte de la disidencia
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