¿AVENTURA, LOCURA, OBSESIÓN?
Nostalgia por una época finiquitada, acabada, extinta. Un momento histórico en el que la Tierra era más grande que lo que realmente es. Estaba llena de lugares mágicos y poblada de seres que solo podían existir en la imaginación. Un espacio geográfico ilimitado que ofrecía la oportunidad de descubrir tesoros de toda naturaleza.
La oportunidad de llenar, completar y redibujar esos vacíos que aparecían en los mapas; de inscribir el propio nombre con letras doradas en los libros ilustres de hombres, y mujeres, únicos. Esos personajes especiales, por escasos, poseedores de cualidades poco habituales. Esa cuadrilla de locos, algunos fantásticos y otros odiosos, pero todos fuera de lo común, capaces de arriesgarlo todo, y si digo todo es todo, vida incluida, por llegar allá donde nadie había llegado. ¿Curiosidad insaciable, ansia de conocimiento infinita, servicios impagables a la patria, egos incontrolables, obsesiones desordenadas, locas? Todo eso seguro, y más.
El tiempo de esos hombres y mujeres ha terminado. No creo que quede sobre el terreno que pisamos ninguna gesta comparable a los de ellos. Parece que será el espacio exterior lo próximo, y ahí, los retos son descomunales, pero el arrojo y la determinación de sus protagonistas será la misma.
Puede que el personaje de Josephine Peary sea incluso más interesante que el mostrado en la película, con más zonas oscuras y luminosas.
También será bueno echar un vistazo al marido de la heroína, el señor Peary y su hazaña.
Aunque la hazaña es moderna y la tecnología determinante en su desarrollo, es bueno hacerse una idea de las dificultades y restos de una aventura similar a la de Peary pero en versión moderna.
Final con humor, porque no se pierde nada riéndose de todo.
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