29/12/15

Historia 37. Nadie quiere la noche

Música
MÚSICA PARA ENTRAR EN CALOR, 
O NO.
Empezamos pegando fuerte. Música inuit, para oídos acostumbrados a la musicalidad de vientos, tempestades, crepitar de hielos, requiebros de focas, leones marinos y osos.
                  

Pero yo que tengo el oído asquerosamente occidentalizado, no me veo tanto en el iglú de la prota inuit, asomando la cabeza para escuchar la natura, como en la casita de madera que le sirve de refugio a la señora Peary, con una gramola. Allí mirando por la ventana, a resguardo, sí. 

           

¡Oye, qué relajo cuando la naturaleza se porta!
          

Sigo igual, para compensar las tempestades
                           

He intentado no acabar con un bailongo (la historia no lo requiere), pero quién se resiste cuando es la fauna la que propone...

                        

Mil gracias a mi colaborador

No hay comentarios:

Publicar un comentario