29/11/14

Historia 24. Canta Irlanda, JAVIER REVERTE

Libro


GEOGRAFÍAS LITERARIAS Y MUSICALES

¡Pero qué bien te lo montas Mr. Martin! Cada vez más listo. Esta vez has sido muy ambicioso uniendo tres de las cosas que más te gustan, según  he leído y oído: viaje, literatura y música.
Aquí está de nuevo Mr. Reverte dándose un garbeo por uno de sus países preferidos: Irlanda. Esa Irlanda de inclementes y recias borrascas; de prados y lomas infinitas; de gentes levantiscas y sufridoras pero también bullangueras y amantes del buen elixir que se sube a la cabeza y desata las lenguas; de música popular con vocación de eternidad; de un historia atormentada y brava, y de una literatura que no se expresa únicamente con palabras, sino que perfuma el aire que se respira en calles y prados alimentando a sus gentes. A mí no me engañas, Mr. Martin, este último aspecto es definitivo en tu amor por ese cacho de tierra al noroeste de Europa.

Se puede viajar por muchos motivos. Seguramente tantos como personas realizan esa actividad. Las causas más socorridas son  conocer el arte, las costumbres, la historia, la gastronomía, las playas,  el folklore o los garitos de moda… de un determinado territorio geográfico, o simplemente por dejar de ver las caras de todos los días y olvidarte de todo, ¡vaya, por huir de lo cotidiano y conseguir que el tiempo pase más despacio y de más de sí! Perfecto, pero don Javier propone otra posibilidad, un viaje literario y musical a través de una geografía. Recorrer kilómetros teniendo como brújula los escritores que allí vivieron o escribieron; posicionarse en lugares físicos que inspiraron obras maestras e intentar contagiarse de algo de la magia que invadió a esos autores; escuchar y compartir la corriente eléctrica al tararear músicas que cuentan y cantan historias, comunes a otros pueblos, y la par intransferibles, entre las gentes que las compusieron y les siguen dando vida. La propuesta es ambiciosa, pero es una de las formas más profundas de conocer a un pueblo.

“Ahora creo que a Irlanda la diferencia, sobre todo, la idea o los sentimientos que los irlandeses tienen sobre su patria y sobre sí mismos. Y que esa emoción o idea se expresa sobre todo en forma lírica. A las naciones no las significan tan sólo su historia, su geografía y sus gentes, sino tambíen sus mitos, su poesía, su música, sus canciones y, en el caso irlandés, el peso que la leyenda tiene sobre la realidad”

La realidad a través de su lírica, bien.

Las buenas lecturas despiertan los sentidos y abren el apetito de más. Te cogen por la pechera y te llevan de la mano a otras.  Esa es una cualidad nada desdeñable de los textos hechos con corazón y toques mágicos. Reverte siempre se preocupa de mostrar una buena colección de lecturas alternativas, relacionadas o esquinadas pero que abren posibilidades al lector de sus obras. Aquí más que nunca. Uno de sus motivos más fuertes para vagabundear por Irlanda son sus escritores. Jonathan Swift (Los viajes de Gulliver); Oscar Wilde (La importancia de llamarse Ernesto); Samuel Beckett (Nobel 1969); Patrick Kavanagh (poeta); William Butler Yeats (poeta. Nobel 1923); Abraham "Bram" Stoker (Drácula); Brendan Behan (dramaturgo); Seamos Heaney (Nobel 1995); George Bernard Shaw (Nobel 1925); James Joyce… Hay motivos más que suficientes para perderse con alguno de ellos, bueno con su obra.

Reverte en estado puro: “Esa mañana de junio de 2004 se celebraba, pues, el centenario del paseo dublinés de Bloom y del cortejo de Joyce a Nora. Y la fiesta, ideada en 1954 por un grupo de escritores irlandeses, entre otros, Patrick Kavanagh, era ya una tradición en Dublín: cientos de dublineses vestidos de época llenaban las calles del centro de la ciudad, visitando los escenarios descritos en el libro, y un par de avenidas habían sido cortadas al tráfico por la policía. A mí, que vengo de un país en donde sólo se cierran las vías  públicas para dar paso a carreras ciclistas, manifestaciones políticas, procesiones religiosas y desfiles militares, me resultaba gratificante que el motivo fuera un libro ¿Cuándo le haremos un homenaje parecido a Cervantes?, me preguntaba”

Geografía literaria, Reverte busca los lugares físicos que habitaron los escritores para conocerlos y poder entenderles un poco más, quizá para contagiarse del embrujo que inspiro tantas fabulosas páginas.

“Seguí viaje hacia la iglesia de Drumcliff y la mansión de Lissadell, al norte de Sligo, dos de los escenarios principales de la ruta que sigue los rastros de William Butler Yeats en el condado ( ) Traía un libro de bolsillo con poemas de Yeats. Lo abrí por la página del último largo poema en el que trabajaba cuando murió”

De esta forma literatura y geografía se funden y Reverte realiza un viaje que va más allá de lo que está a la vista. Me ha convencido. Hago la firme promesa de meter en el bolsillo “Campos de Castilla” de Antonio Machado (me queda más a mano)  e ir a comprobar si yo también puedo viajar de esta forma.


Es un viaje muy documentado, por otra parte como todos los de Reverte, no obstante, en éste nos  deja ver más esa preparación. Abundan los datos históricos, citas y textos de los escritores a los que sigue su huella, letras de multitud de canciones que hablan del carácter y de la historia del pueblo que las creó e introduce a la Naturaleza como un personaje fundamental. Y aquí don Javier se pone muy poeta

“El Atlántico se mostraba enrabietado ese mediodía, rugía con furor y descargaba sobre la costa golpes inmisericordes, como un boxeador empeñado en concluir un combate por K.O. Al fondo, el océano tenía el tono del acero oxidado, revolcándose sobre sí mismo, espumoso y agrio, pugnando inútilmente por devorar los islotes de hierro”

“Un sol asustadizo trataba de asomar entre los jirones de las nubes y el vigoroso viento provocaba un sonoro alboroto de las hojas de los árboles”

Salí hacia Belfast con el atardecer a mis espaldas: bramaba un sol de sangre sobre un cielo blanquecino, como rojos mofletes incendiando el lívido rostro de un bebedor”

¿Tendrán algo que ver el clima desabrido y el paisaje recio y duro con la creación de un alma interior tan lírica que se expresa a través de una literatura y una música tan rica?

Por lo demás, todo el Reverte escritor viajero está aquí. El observar, reflexionar, no juzgar, disfrutar y aprender de todo lo que le sale al paso. Un paso más, filosofía de andar por casa, de tan pegadita como está, a veces ni la vemos: las virtudes de la vida cotidiana ¿hay algo más ahí?
 “De modo que, en este bonito, apacible y alegre pueblo del oeste irlandés, paseo –a menudo bajo lluvia-, almuerzo patas de cangrejo de mar con mayonesa y mejillones con salsa cremosa de ajo, contemplo los hermosos cielos atlánticos, que al atardecer tienen el brillo de la hoja de un sable herida por la luz del sol, y, muerto el día, bebo unas pintas de Guinnes en un pub donde toquen música en vivo, para seguir escuchando cómo canta Irlanda”

UN OTOÑO ROMANO


Por puro azar he enganchado un Reverte con otro. De Irlanda a Roma sin paradas, sin descanso. Un otoño romano, su último libro, fue escrito el último otoño durante una estancia de tres meses en la capital de Italia y numerosas visitas anteriores.

Conclusiones, placeres y propósitos.
  1. Siempre me ha parecido buena idea consultar la guía de viajes correspondiente antes de iniciar un viaje o preparar una visita. Veamos a qué me enfrento, pienso. Cambio de planes, voy a incluir en mis lecturas previas literatura escrita por viajeros. Sé que con esto, y con la guía también, corro el riesgo de llenar mi maleta con ideas preconcebidas y emborrachar mi sensibilidad con miradas ajenas, pero correré el riesgo. Los grandes lo merecen.
  2. Apetito de leer. Otra vez me topo con la bendita manía de Reverte por presentar un menú tan apetitoso de lecturas que no sé si me empacharé. Los entrantes con Stendhall (Paseos por Roma). Los segundos son de Joseph Pla (Cartas de Italia) y de D.H. Lawrence (Paseos Etruscos). Espero llegar a los postres con hambre y poder quedarme como una reina, pues me espera Marguerite Yourcenar (Memorias de Adriano) y Robert Graves (Yo, Claudio). Si es que no puede ser…
  3. Aunque archiconocidos y admirados por  sus trabajos, voy a hacerme con unas biografías sobre Miguel Angel  y  Borromini, no sé apenas nada de sus andanzas.  Puede que su estancia mundana estuviera a la altura de sus esculturas, o no (me entero)
  4. Rápidamente voy a ponerme a trabajar la “mirada Reverte”, consigue ver más allá de lo evidente. Y también a escuchar. Lo habladoras que se vuelven las ciudades cuando se sabe escuchar. Hablan en distintos idiomas y dicen cosas diferentes, según quien escuche.


Historia 24. Canta Irlanda, JAVIER REVERTE



Historia


ESE PUEBLO QUE TANTO MIRA HACIA ATRÁS

“Los pueblos enloquecen cuando desarrollan una pasión excesiva por su pasado. Pero, bien mirado, ¿qué pueblo no está loco?
Por lo demás, la locura irlandesa es muy particular. Joyce la definió así: Siempre fuimos leales a las causas perdidas…”

La historia contemporánea de Irlanda está inundada por algunos de los ingredientes más viejos y comunes a muchísimos pueblos del mundo: la injusticia, la venganza, la crueldad, corriendo a la par de la absoluta esperanza de un mundo mejor. Nada nuevo desde que el mundo es mundo. No obstante, la peculiar manera que han tenido los irlandeses de vivir, contarse y cantarse su propia historia, la hace merecedora de, por lo menos, conocerla un poco más.

La injusticia como fuerza-motor generadora de sufrimientos sin fin. Porque las más de las veces, cuando no parece haber otro camino, se escoge una salida violenta y entonces se abre la caja de Pandora. Cuando esa caja queda abierta, algo que no debe hacerse, lo advirtieron los dioses antiguos a los hombres, todos los males se derraman y no hay esfuerzo humano capaz de volver a cerrarla. Si la semilla de la injusticia fructifica, crea un ciclo de acción-reacción que se retroalimenta y adquiere distintas peculiaridades, según lugares y épocas, pero es una mala hierba difícil de eliminar.

Reverte habla de distintos periodos de la historia Irlandesa, pero se detiene un poco más al hablar del proceso de independencia de Irlanda (1916) o de sucesos trágicos en la  Irlanda del Norte como el Bloody Sunday (1972)





Irlanda del norte. Miradas enfrentada

Así como Reverte echa de menos más estatuas ciudadanas que recuerden  el patrimonio literario que poseemos, yo sigo admirándome del poco reconocimiento que dispensamos a algunos de los personajes históricos españoles que han contribuido a conformar el país en el que vivimos. Y en esto del reconocimiento de sus ciudadanos, los ingleses son unos maestros. No han dejado pasar ni un atisbo de notoriedad en un personaje o hecho histórico patrio. Y si su brillo no era el suficiente, se  pule a través de una nueva perspectiva, una fresca mirada o un ultimísimo enfoque. Creo que no me equivocaré demasiado si digo que no demasiada gente ha oído hablar en España de Blas de Lezo. Este Almirante de la Marina Española, defendió Cartagena de Indias (1741), frente al almirante inglés Edward Vernon. Éste sufrió una derrota sin paliativos ante Blas de Lezo, y contra todo pronóstico, un sobrino suyo, consiguió incluir en la Abadía de Westminster, un monumento en su honor  en el que se incluye dentro de su epitafio la siguiente frase: “… y en Cartagena conquistó hasta donde la fuerza naval pudo llevar la victoria.” Ole, ole, y ole. Pero en esto del recuerdo y la glorificación han llegado a cosas verdaderamente chocantes. Don Charles Darwin está enterrado también en la Abadía de Westminster, lugar de enterramiento honorable de primer orden, pero, corcho, se trata de hacer reposar los restos de uno de los científicos más importantes del mundo, cuyo trabajo minó el poder religioso, precisamente en un edificio que representa el poder del divino en la tierra. Genial.

Bien, pues Reverte se hace eco de otro personaje muy desconocido para el gran público que anduvo por Irlanda en el siglo XVI: Francisco de Cuellar. Como capitán de la Armada Española, formó parte de la Armada Invencible en 1588. Después de sufrir el desenlace que todos sí conocemos, naufragó en las costas de Irlanda y escribió un relato sobre su experiencia en la flota y todas sus andanzas por las costas de Irlanda, huyendo de los ingleses. Una experiencia a difundir.




Historia 24. Canta Irlanda, JAVIER REVERTE

Película

DIRECTORES DE LUJO MIRANDO A IRLANDA
Un recuerdo afectuoso, una reflexión emotiva, un homenaje, es lo que hace Reverte al hablar de El hombre tranquilo de John Ford. Y guiado por esa admiración, sus pasos le llevan a visitar los escenarios donde se grabó la peli. Otra razón más para viajar para un curioso sin remedio.

El hombre tranquilo
1952
Director: John Ford
Reparto: John Wayne, Maureen O'Hara, Barry Fitzgerald, Ward Bond, Victor McLaglen, Jack MacGowran, Arthur Shields, Mildred Natwick
Sinopsis: Sean Thornton (John Wayne), un boxeador norteamericano, regresa a su Irlanda natal para recuperar su granja y olvidar su pasado. Nada más llegar se enamora de Mary Kate Danaher (Maureen O'Hara), una chica muy temperamental, aunque para conseguirla deberá luchar contra las costumbres locales, como el pago de la dote, y, además, contra la oposición del hermano de su prometida (Victor McLaglen). (FILMAFFINITY)

También se asoman al libro una película-documental Hombres de Arán (R. Flanerly) en la que se retrata la dura y sencilla vida de los pescadores.

                                    Hombres de Arán

1934
Director: Robert J. Flaherty
Reparto: Colman King, Maggie Dirrane, Michael Dirrane, Pat Mullin, Patch Ruadh, Patcheen Flaherty, Tommy O'Rourke, Stephen Dirrane, Pat McDonough
Sinopsis: Documental sobre la vida cotidiana de los habitantes de las islas de Aran. Muestra la lucha diaria por la supervivencia, el enfrentamiento entre el hombre y la naturaleza y, sobre todo, la dureza del trabajo en la mar, realizado por unos hombres que consideran que morir ahogado es el tributo obligatorio que hay que pagar al monstruo del mar. Se centra en las tareas cotidianas de una familia de isleños: hacer hoyos en la roca viva y llenarlos con tierra para poder plantar en ellos sus escasos cultivos, la recolección y transporte de algas, la salida de los hombres al mar, el sufrimiento y la constante amenaza de peligros y privaciones. (FILMAFFINITY)

 O una joyita llamada La hija de Ryan. 1916, Irlanda sometida a los ingleses. Historia entretejida con situaciones históricas reales y dramas personales más reales todavía, todo ello rodado con un gusto exquisito. ¡Y que decir de Robert Mitchum!

La hija de Ryan
1970
Director: David Lean
Reparto: Sarah Miles, Robert Mitchum, Christopher Jones, Trevor Howard, John Mills, Leo McKern, Barry Foster, Marie Kean, Arthur O'Sullivan, Gerald Sim
Sinopsis Irlanda, 1916. Cuando Charles (Mitchum), un maestro rural viudo, vuelve de Dublín a su aldea natal, Rosy (Sarah Miles), una muchacha muy impulsiva, se encapricha con él y no parará hasta llevarlo al altar. Pero el matrimonio fracasa: Charles es un hombre maduro y sosegado mientras que su esposa es una joven muy apasionada y romántica que acaba enamorándose de un oficial inglés con el que se ve en secreto. (FILMAFFINITY)

La política irlandesa ha sido tratada en el cine en numerosas ocasiones. Situaciones límite, bandos irreconciliables, personajes atormentados, injusticias y crueldades…
Con este telón de fondo: Michael Collins, El viento que agita la cebada (la vi hace unos años y me dejo k.o.),  Jimmy´s Hall. Las dos últimas de Ken Loach, cineasta muy comprometido con la historia irlandesa.

Michael Collins
1996
Director: Neil Jordan
Reparto: Liam Neeson, Aidan Quinn, Stephen Rea, Alan Rickman, Julia Roberts, Ian Hart, Brendan Gleeson, Sean McGinley, Charles Dance, Gerard McSorley, Frank O'Sullivan, Stuart Graham, Owen Roe, Jonathan Rhys-Meyers
Sinopsis: Michael Collins (1890-1922) fue un líder revolucionario irlandés que luchó encarnizadamente contra la ocupación inglesa de su patria. Con sus jóvenes pistoleros llevó a cabo una serie de sanguinarios atentados que generaron una no menos cruel represión. (FILMAFFINITY)


El viento que agita la cebada
2006
Director: Ken Loach
Reparto: Cillian Murphy, Padraic Delaney, Liam Cunningham, William Ruane, Gerard Kearney
Irlanda, 1920. Dos hermanos se alistan en la guerrilla para combatir contra las tropas británicas que intentan impedir la independencia de Irlanda. El amor por su país hace que Damien (Cillian Murphy) abandone su prometedora carrera de médico y se una a su hermano Teddy (Liam Cunningham) en la lucha por la libertad. Tras sufrir varias derrotas y un escalofriante número de bajas, el Gobierno Británico decide pactar con los rebeldes. Pero el acuerdo alcanzado provoca divisiones dentro del IRA y desemboca en un nuevo y fratricida conflicto armado. (FILMAFFINITY)


Jimmy's Hall
2014
Director: Ken Loach
Guión
Reparto: Barry Ward, Simone Kirby, Andrew Scott, Jim Norton, Brian F. O'Byrne, Francis Magee, Karl Geary
Sinopsis: Cuenta la historia real de James Gralton, un activista y líder comunista irlandés que se convirtió en el único deportado político de la República de Irlanda. (FILMAFFINITY)











Historia 24. Canta Irlanda, JAVIER REVERTE

Arte


TANTO QUE VER… 
Libro de Durrow

En ese deseo tan nuestro por condensar, definir y aprehender todos los aspectos de la realidad que nos rodea, nos atrevemos con conceptos tan escurridizos como qué es  la belleza, esa que aparece en cualquier forma de arte. Y nuevamente me quedo con el Reverte observador y degustador. Atentos: “Voy a la Galería de la Academia, donde hay una exposición de dibujos de Leonardo da Vinci, algunos de ellos nunca mostrados. La verdad es que la mayoría son bocetos y estudios, muy pequeños por lo general, pero la mano del genio resplandece en todos. –La pintura es una poesía que se ve  no se siente-, escribió. Yo no estoy seguro de que eso sea cierto, porque a mí me emociona muy a menudo. Pero, viendo sus dibujos, lo que sí creo es que la belleza, antes que otra cosa, en un concepto. Mientras que Rafael mira el mundo con delicadeza y Miguel Ángel con furor, Leonardo transmite en sus dibujos una honda serenidad.” (J. Reverte, Un otoño romano)
De esta manera, y en un puro jugar, voy poniendo a prueba mi sensibilidad para captar la belleza de algunas obras artísticas vistas por Reverte en su viaje (tendría que haberlas visto yo, bueno lo obvio)



Castillo de Ashford (s. XIII)
PODER,  delimitado, contenido y exhibido a través de su factura en piedra. Autoridad que sobresale a su entorno








Newgrange y Colina de Tara
TRANSCENDENCIA, deseo de permanencia. Sobrecogen por su antigüedad, por la grandiosidad y la sencillez que desprenden. ¡Estos constructores prehistóricos, qué ambiciosos!





Jack Yeats en la Nacional Gallery of Ireland
BRIO, colorido que construye formas para luego disolverse ante tanta energía.
La familia Yeats, pintores y poetas. Me fijo en Jack.





Y aunque Reverte no lo dice, yo no me iría de Dublín sin pasar una tarde en la biblioteca del Trinity Collage, contiene libros miniados que son auténticas joyas: la miniatura medieval irlandesa. 






EXPRESIONISMO, un derroche de comunicación a través de la línea y el color. Dos dimensiones conmoviendo.







Termino con la artista inconsciente: la Naturaleza. Un último paseo por la Calzada de los Gigantes en las costas de Antrium, norte del Ulster.





Historia 24. Canta Irlanda, JAVIER REVERTE

Música
… Y MÁS QUE ESCUCHAR
“Los músico eran ocho, seis hombres y dos mujeres. Como casi siempre en Irlanda, gente normal que ama tocar un instrumento o cantar sin aspirar a vivir de ello. La clientela les invita a cerveza y, a veces, hacen coro a sus canciones. Tocar y escuchar música en los pubs es una ceremonia muy usual en el occidente irlandés, casi tan ritual como la misa. Los músicos entran y salen, se incorporan al grupo, van, tocan algún solo, beben una pinta de Guinness, charlan entre ellos o con el público… Cantar y beber en Irlanda son actos de carácter místico.” (Reverte, Canta Irlanda)

En numerosas ocasiones, le he leído a Reverte sobre la importancia que tiene en su vida la música. Un latigazo a nuestra parte emocional, para reír o para llorar, pero siempre intenso e inmediato.
En Irlanda, la idiosincrasia de un pueblo se traduce en sonidos, se propaga de padres a hijos e inunda todos los rincones. Así, aparecen ritmos para todo momento y ocasión, y letras que hablan de la vida cotidiana pero también de los grandes momentos históricos y de los tremendos dramas sociales. Todo está ahí. Abrimos una ventanita a todo el caudal sonoro irlandés.

Clancy Brothers and Tommy Makem - Finnegan`s Wake
Canción típica de pub, o sea, de borrachos.
John McDermott - The Rose Of Tralee

The Dubliners - Leaving of Liverpool
Compuesta para hablar de la emigación a América.

Corner Boy - The Boys of Wexford - Live in Wexford

Sinead O'Connor - Molly Malone


Música para un lugar, otro motivo más para viajar: encontrar las fuentes, el origen de la inspiración y la interpretación de las melodías.  
“A mi izquierda se tendía un lago de aguas oscuras, el Mask. Al fondo, cercados por nubes graníticas, se distinguían los riscos de rudas montañas. No había tráfico en la estrecha carretera y, bajo la lluvia, la soledad resultaba abrumadora. Puse un disco compacto que había comprado en Galway para la ocasión.”
La isla de Innisfree (El hombre tranquilo)
'The Isle Of Innisfree' - Bing Crosby - The Quiet Man - Main Title

No podia faltar.
U2 - Sunday Bloody Sunday


Todo Chieftains. Me gusta. 
The Chieftains with Van Morrison - Raglan Road Live 1988

Van Morrison – Shenandoah

The Corrs & The Chieftains - I Know My Love (Remix)

The Chieftains -- Full of Joy (Chinese Céilí) – 1991 Sin límites.

Un último giro
The Irish Tenors- Toora-Loora-Looral (LIVE)
THE IRISH TENORS - Danny Boy



Mil gracias a mi colaborador

Códigos Ocultos


¡ME ABURRO!

15/11/14

Lo pop up y yo



LO POP UP Y YO
Definitivamente, no estoy de moda, quiero decir, a la moda, que no es lo mismo, aunque sea verdad, en los dos casos. Pues eso, no sigo las tendencias que son último grito. Y da lo mismo el ámbito, vestuario, música, locales de copas, uso de tecnologías… ¡qué velocidad en el cambio y la renovación! ¿Por qué lo moderno tiene que ser breve en el tiempo? Fugaz en muchos casos. Un verdadero trabajo ir a la última y enterarte de la más fresca tendencias. Tan es así, que hace unos días escuche una noticia sobre los pop up, que llamó mi atención. Tiendas, eventos, encuentros, restaurantes de una sola noche… que se montan y desmontan para varias semanas, incluso días en algunos casos. Rápidamente metí la nariz en la Red que todo lo sabe, y cual es mi sorpresa al comprobar que la noticia que escuché, comentada con alguna pretendida intención de modernidad, hacía referencia a un fenómeno que tiene ya su recorrido, ¡y yo sin enterarme!

Total, que un montón de negocios, ante el panorama de los duros últimos años, se han estrujado el cerebro para ofrecer algo nuevo y en formato muy chic. Algo que hoy está pero mañana no. Esa provisionalidad da encanto al producto, generalmente son tiendas pero también pueden ser servicios de comidas, actuaciones. Efímero, exclusivo, irresistible.

De acuerdo, manual de instrucciones. Primero deberé consultar asiduamente la madre Red y todo tipo de suplementos super fashion,  para enterarme donde sale un negocio pop up seta, que como las del bosque, desaparecen con las siguientes lluvias. Actitud vigilante, entonces. Segundo, tendré que trabajar mis contactos sociales. Introducir la cabeza entre  gentes bien relacionadas para que si se celebra un cenorrio super chic, en casa de alguien que tenga sitio para ello, lo tendrá seguro, con cocineros trabajadores de la espuma hidrogenada, no dejen de invitarme. ¡ay, qué trabajos! Tercero ¿hay posibilidades de estar en esta onda si no se vive en una gran ciudad? Esto se pone cada vez más difícil.

Acabo de cambiar de opinión. Espero que como negocio funcione para quien lo trabaja, pero la fugacidad del pop up  me arroja fuera del mercado. Nuevos propósitos para vivir en mi flamante mundo demodé: funcionar a “tempo lento” (nada de andante con brío, voy casi de adagio); andar despacio, comer saboreando, conversar escuchando, leer asimilando, realizar una cosa detrás de otra; haraganear con el pensamiento (que las ideas y opiniones vengan a mí porque les da la gana); dormir despacito; escuchar las canciones hasta su término  y paladear los 1.440 minutos del día antes de ir en busca de los siguientes.