30/3/14

Historia 16. Operación dulce, IAN MCEWAN

libro

LABORES HECHAS CON DISCRECIÓN

Ojo a este comienzo “Me llamo Serena Frome () y hace casi cuarenta años me encomendaron una misión secreta del Servicio de Seguridad británico. No salí indemne. Me despidieron dieciocho meses después de mi ingreso, tras haberme deshonrado y  haber arruinado a mi amante, aunque sin duda él colaboró en su perdición.” Con un comienzo tan embaucador como éste ¿quién se resiste?  He caído de hoz y coz en las redes de Ian Mcewan. ¡qué seguro debía de estar de poder atrapar al personal con un inicio en el que desvela el final!  La historia gira en torno a Serena Frome, joven estudiante de Cambridge, que es reclutada por el M15 en el Londres de 1972. Debe ayudar a escritores, que sin ser conscientes de ello, contribuyan a combatir al comunismo con su trabajo editorial. Su vida se complica, algo más todavía, cuando entra en contacto con el escritor Tom Healy. Reconozco que el combinado que supone mezclar una trama de espionaje, una prota. con pasión compulsiva por la lectura y un momento histórico movidito como la Inglaterra de principios de los años 70, todo ello bien mezclado con la sal y pimienta que le aporta el trasfondo de la Guerra Fría, me parece sumamente apetecible. Dicho y hecho. Digestión hecha.

El hombre, desde que el mundo es mundo, siempre ha espiado a su vecino. Por todo tipo de motivos, con la tecnología a su alcance y con repercusiones variables. Pero lo ha hecho. Aquí, Mcewan nos lleva a los años de la Guerra Fría. Es una de las épocas de nuestra historia reciente que más se ha espiado y sobre la que la literatura y el cine se han volcado sin disimulo y con mucho placer. Por esto último, tenemos en la cabeza el tipo-base de espía fuerte, duro, frío, ambicioso,  resolutivo y exitoso. Vamos un James Boon que incluso cae bien en cualquiera de sus versiones. Sus aventuras son fabulosas y él siempre está a la altura. Me da que la realidad, en muchas, muchas ocasiones, dista de esta vida tan atractiva. Por no hablar de sus relaciones sentimentales, un amor en cada puerto o misión.  Disfrute y portazo, sin lazos ni trabas, un jolgorio. Pues nuestra Serena Frome, tiene pocas de las características del espía tipo y su misión, a priori, no sería de las de coger la maleta cada semana y afanarse en salvar al mundo. Mcewan, nos presenta un espionaje pelín desmitificano y seguramente más real. El inicio de Serena en el MI5 “Del mismo modo que a un recluta del ejército lo obligan a asumir su nueva vida pelando patatas y restregando la explanada del desfile con un cepillo de dientes, yo me pasé los primeros meses compilando listas de miembros de sedes provinciales del partido comunista de Gran Bretaña y abriendo expedientes sobre todos los que todavía no estaban fichados” Mucho glamour no veo yo, aunque tratándose de espías, el precio que paga el protagonista siempre está ahí. 

¡Qué forma de leer! ¿Leer o devorar? Con el paso del tiempo y de las páginas se depura y agiliza el mecanismo de la lectura, pero creo que lo de la prota supera a la media de los que se consideran buenos lectores. Lectura en diagonal, dos líneas a un tiempo... pero aún y con eso ¡qué velocidad! Si yo pudiera... acabaría con mis listas de espera pero no sé si no acabaría haciendo un refrito de personajes, situaciones y tramas que anularían los avances hechos. Por ahora me conformo con leer cada vez más rapidito pero me concedo la gracia de poder releer un párrafo que me ha gustado. Eso sí, si el libro no avanza o no está a la altura y se cae de las manos... lo dejo caer, la vida es breve. Se puede leer por muchos motivos. Por pasar el rato, por conocer, divertirse, viajar, sentir, por evadirse, por curiosear,  por costumbre... Serena dice “Leer era mi manera de no pensar en las matemáticas. Más aún (¿o quiero decir menos?), era mi forma de no pensar” Salir corriendo de la propia realidad y trasportarte a otra, bien. También es una buena razón. Yo las asumo casi todas ¿Y qué decir del catálogo de escritores que desfilan por las hojas de la novela?  A. Solzhenitsyn,  Ian Fleming, Orwell, Winston Churchill, G.M. Trevelyan, Malcon Bradbury, A.S. Byatt, Willian Trevor,  Byatt, Drabble, Mónica Dickens, Elizabeth Bowen...Una muestra, hay más. Lamentablemente no estoy muy fuerte en literatura inglesa, algo que se puede remediar teniendo este despliegue de autores delante, puede que me anime. Reconozco que con esta carencia me pierdo algo de lo que para el autor es importante. Está rindiendo homenaje al oficio de escribiente, a los mundos paralelos que se construyen con esto de juntar letras, a las posibilidades de conocimiento, de escape y de sueño. Aunque no es gratuito el reconocimiento, hay un precio y algunos autores lo pagan. Bueno no digo más. Se respira literatura desde el principio hasta el final.  

Siempre encuentro cosas (descripciones, reflexiones, situaciones...) que están en el libro cumpliendo su papel, pero que se pueden disfrutar en por separado, a sorbos: las cosas impares  que me gustan. Aquí va alguna.
            La seducción del madurito, experimentado y poderoso “Podían ser encantadores y hasta ingeniosos, y el tufo de puros y de brandy que arrastraban conferían al mundo densidad y orden. Tenían un alto concepto de sí mismos pero no parecían deshonestos y poseían, o daban la impresión de poseer, un intenso sentido del servicio público. Se tomaban en serio sus placeres (el vino, la comida, la pesca, el bridge, etc) y era patente que algunos habían librado una guerra interesante.” Menuda radiografía de una categoría de hombre.
            El inglés riéndose de sí mismo. El estilo del periódico Times : “ A primera vista, la prosa se asemejaba a un problema de ajedrez. Así me enganchó. Admiraba aquellas declaraciones rotundas y altaneras sobre cuestiones de interés público. Las opiniones eran un tanto opacas y nunca estaba de más una referencia a Tácito o Virgilio. ¡Tan maduros! Yo pensaba que cualquiera de aquellos escritores anónimos era apto para ser el presiente del mundo.”
            Bonito. “Al clarear me convencí de que el cansancio me había nublado la memoria, que había confundido la intención con el acto, que había dejado el libro sin el marcador. Me había asustado mi propia sombra. La luz del día parecía entonces la manifestación física del sentido común.”
            Sugerente “Contemplar cuadros con un desconocido es una forma discreta de exploración mutua y ligera seducción”
            Sobre algo que todavía se desconoce. “Edgard Thomas. Y el poema..., un texto dulce y anticuado. Muy poco que ver con los que causan revoluciones poéticas. Pero es precioso, uno de los más famosos y más admirados de la lengua. Es maravilloso que no lo conozcas. ¡Te queda tanto camino por delante!” La envidia que da una persona que no ha visto, leído o experimentado algo, mientras que uno ya ha pasado por ese momento maravilloso, y  sabe que no se va a poder repetir con esa intensidad.

Temas interesantes que asoman al libro (Sin explicaciones únicas) “Aquí estaban el lujo y los privilegios de los hombres bien alimentados que se mofaban de todas las esperanzas de progreso ajenas. T. H. Haley no debía nada a un mundo que le nutría bondadosamente, que le había educado con generosidad, no le había enviado a ninguna guerra, le había conducido hasta la edad adulta sin rituales de terror ni hambre ni miedo a los dioses vengativos, que  le había dotado de una bonita pensión a los veinte años y no ponía límites a su liberad de expresión. Aquello era un nihilismo fácil que nunca dudaba de que todo lo que habíamos hecho era una porquería, nunca pensaba en proponer alternativas, nunca extraía esperanza de la amistad, el amor, los libres mercados, la industrial, la tecnología, el comercio y todas las artes y ciencias”  Ian Mcewan se muestra ácido, crítico, ante una generación que lo ha tenido más fácil que sus padres y no es capaz de separar lo bueno de lo malo, de reconocer y agradecer lo logrado y trabajar para cambiar lo mejorable. Siempre habrá cruzadas por las que luchar ¿y ganas?
Mcewan también me deja pensando, ¿hasta dónde estaríamos dispuestos a llegar por ambición personal o triunfo social? Otro de esos temas filosóficos, éticos y cotidianos a un tiempo, a los que contestaríamos teóricamente y la realidad, tal vez, nos haría desdecirnos.


Historia 16. Operación dulce, IAN MCEWAN

Historia


CONTEXTOS DIFÍCILES, 
TRABAJOS ARRIESGADOS


Las historias con historia que ofrece este libro son varias y además muy interesantes todas. La Europa de los años 70 se despierta perezosa y sonriente después de haber tenido un plácido sueño: la bonanza de las décadas 50 y 60.

“Las singulares circunstancias que hicieron posible la efervescencia de los años sesenta se habían mitigado aun antes de que terminaran. A los tres años del fin de la década más próspera que había conocido la historia, el auge económico de la postguerra había terminado. Los “treinta años gloriosos” de Europa occidental cedieron paso a una época de inflación y de índices de crecimiento decrecientes, acompañados por un desempleo y un descontento social generalizados.”
“Acababa de sentirse el primer impacto de la ralentización económica cuando dos conmociones externas produjeron en la economía de la Europa capitalista una sacudida que la detuvo en seco.”  “El 15 de agosto de1971 el presidente norteamericano Richard Nixon anunció unilateralmente que su país abandonaba el sistema de cambio fijo. A partir de entonces, el valor del dólar estadounidense, ancla del orden monetario internacional desde Bretón Woods, fluctuaría en relación las demás divisas” 
“Como cabría esperar, el coste de esta liberalización fue el incremento de la inflación” “Y fue precisamente en esta situación, ya de por sí inestable, en la que la economía internacional sufrió la primera (1973 y 1979) de las dos conmociones petrolíferas de la década de 1970”

Estas citas que enmarcan la Europa del periodo en el que transcurre la novela, están tomadas del excelente libro de Tony Jundt, Postguerra. Una historia de Europa desde 1945. En él se pasa revista con claridad y erudición al marco histórico del que hablamos.

Pero además, Serena Frome vive Londres, capital de un país que acusó estas circunstancias comunes a toda Europa a las que se añadieron otros problemas puramente ingleses, como la radicalización política de los sindicatos, las huelgas mineras, el terrorismo del IRA. En definitiva, paro, inflación, terrorismo, en una sociedad optimista que había experimentado, como Francia, Italia, Alemania, una gran expansión económica y los beneficios sociales de las políticas del bienestar en las democracias europeas.


Y dentro de esta sociedad tan convulsa, Serena Frome quiere ser espía. En plena Guerra Fría, una universitaria, despierta e inteligente, se encuentra dentro de la fábrica de espías ingleses del MI5. Temazo el del espionaje. No apto para todos los cuerpos, muy literario y con un horizonte laboral indefinido, cuando menos.

Para enmarcar al espía del siglo XX,

Y un documental de la serie Historia del siglo XX. La guerra fría, la confrontación.

Sobre el espionaje, como fenómeno histórico, una serie de documentales “Historia del espionaje”. Capítulo I
De la misma serie, Capítulo II y Capítulo III.

Dentro de la serie documental dedicada a la guerra fría, un capítulo sobre los espías entre 1955 y 1990

Historia 16. Operación dulce, IAN MCEWAN

Arte


LO QUE NOS GUSTA VER 
Y LO QUE NO

Hay ciudades, independientemente de su tamaño, que derrochan historia, cultura, sabor. Un paseo por sus calles, con los sentidos bien alertas, te transporta. Es a través de su trazado, su arquitectura, su sensibilidad artística, como podemos apreciar su diferencia, aquello que las hace únicas y especiales.

Londres es una de esas ciudades a las que el paso del tiempo les ha sentado divinamente. Deambular por sus calles, únicamente mirando escaparates, algo que hacemos con demasiada frecuencia cuando callejeamos, es un delito. Hay que abrir el ángulo visual y dejarse impregna por el estilo que las hace únicas y les da personalidad.


“Al cabo de pocos meses yo estaba familiarizada con la ecología humana, las gradaciones de la decencia y la decadencia de los pubs que había alrededor de Camden, Kentish town e Islington” Por aquí Serena transitaba, paseaba, se divertía… ¿Se puede experimentar hoy el arte de la ciudad, de vivir en ella y de sentirla como una experiencia sensitiva, emocional? O ¿simplemente hay que sufrirla e intentar ser un superviviente más al acabar el día? 

Paseo por Candem town


Pero el país de Serena en aquellos años también mostraba otra cara y la fotografía de Chris Killip así lo retrató



Y un paso más.
Jamie Reid, el arte de la disidencia



Historia 16. Operación dulce, IAN MCEWAN

Cine

ESPIAS Y ESPIAS

Aunque estoy pensando en clave cinematográfica, tratándose de espías, mi cabeza se desliza irremediablemente hacia la literatura. Es allí donde se pueden encontrar las fuentes de inspiración más exitosas de las que han bebido los directores de cine. Nos han hecho disfrutar con todo tipo de espías, pero creo que todos pueden resumirse en dos tipos básicos: el seductor infalible o el hombre oscuro implacable. Los demás, son mezclas o recombinaciones de los anteriores.


En el caso del seductor infalible, encontramos a un tipo lleno de encanto personal, el dandy metido en complejos e importantes asuntos, con habilidades sin paragón a la hora de salvar al mundo cuantas veces haga falta. Vaya, un tipo muy simpático e increíble. El representante por excelencia  es James Bond.  Creado por Ian Fleming, aparece por primera vez  en 1952 en su novela Casino Royale. La primera entrega cinematográfica fue Agente 007 contra el Dr. No, Sean Connery era el agente, y desde entonces, seis actores le han encarnado.

No soy muy fan de 007, pero Connery y Brosnan han dado la talla en cuanto a la elegancia y eficacia que requería el personaje. Un chuleta irresistible, o ¿se le puede llamar de otra forma a diálogos como los del martíni?


El último Bond es otra cosa. El irresistible conquistador se ha vuelto frío y duro, como los tiempos, aunque su efectividad no ha disminuido un ápice. Me voy creyendo un poco más al personaje. Skyfall (Sam Mendes, 2012) con Daniel Craig.


Sinopsis.
La lealtad de James Bond (Daniel Craig), el mejor agente de los servicios británicos, hacia su superiora M (Judi Dench) se verá puesta a prueba cuando el pasado de ella vuelve para atormentarla. Al mismo tiempo, el MI6 sufre un ataque, y 007 tendrá que localizar y destruir el grave peligro que representa el villano Silva (Javier Bardem). Para conseguirlo contará con la ayuda de la agente Eve (Naomie Harris). (FILMAFFINITY)




El otro tipo, el hombre oscuro implacable, es el espía tipo que me creo a pies juntillas. Seguramente estoy equivocada,  pero el espía real tiene que ser un solitario de largo recorrido, con nervios de acero, amigo de los subidones adrenalínicos y un poco psicópata, no debe nunca ponerse en el lugar de nadie. De esta clase, mi preferido es El Topo (Tomas Alfredson, 2011) con Gary Oldman, Colin Firth, Tom Hardy, Mark Strong, Benedict Cumberbatch, Toby Jones

Sinopsis (Novela: John le Carré)

Años 70, en plena guerra fría. El fracaso de una misión especial en Hungría provoca un cambio en la cúpula de los servicios secretos británicos. Uno de los defenestrados es el agente George Smiley. Sin embargo, cuando ya se había hecho a la idea de retirarse, le encargan una nueva misión: se sospecha que hay un “topo” infiltrado en la cúpula del Servicio y sólo alguien de fuera puede averiguar quién es. Con la ayuda de otros agentes jubilados, Smiley irá recabando información y encajando las piezas necesarias para descubrir al traidor. (FILMAFFINITY)



                                     
Entre las recombinaciones de espías tipo, aparece una mezcla que cae muy bien, con el cual disfrutas mucho, pero que muy muy real… el espía romántico. Éste es capaz de asesinar sin despeinarse y luego tirarlo todo por la borda por amor o amistad.  ¡Ay, no lo sé¡ Bueno, a mi la peli me gustó. Spy game (Tony Scout, 2001) con Robert Redford y Brad Pitt.

Sinopsis.

1991. El día de su jubilación, el veterano agente de la CIA Nathan Muir (Robert Redford) recibe la noticia de que su discípulo Tom Bishop, alias "Boy Scout" (Brad Pitt), se ha metido en un buen lío: acusado de espionaje, se encuentra en una cárcel china y será ejecutado en un plazo de 24 horas. Temiendo que este incidente pueda afectar a un acuerdo comercial entre EE.UU. y China, la CIA decide no intervenir. Así pues, para salvar a Bishop, Muir no sólo deberá actuar al margen de la CIA, sino que, además, tendrá que hallar el modo de burlarla. (FILMAFFINITY)


Historia 16. Operación dulce, IAN MCEWAN

Música


MISCELÁNEA SONORA

Un poco de Orden, Que Tengo muchos frentes abiertos. Y es que empiezo muy ortodoxa y poco a poco me voy desordenando y perdiendo.

Si Vamos a la novela en stricto sensu, vemos que una   Serena Frome (o a Iam Mcewan) le gusta la música Británica de su época, Bees Make money. 

y también  Dr. Feelgood


A mi también lo anglosajón me gusta, con mensaje (U2 - Sunday Bloody Sunday

The Clash - Londres Calling 1979) The Lodgers,  The Style council, más Suaves Y melódicos.


Otros personajes abren las posibilidades sonoras. “My Funny Valentine por Chet Baker, un hombre que cantaba como una mujer”, se dice en una ocasión. 
                                                             

Y en otra, subimos al escuchar ópera, Aida “El extraño silbido y crujido de la aguja roma que subía y bajaba suavemente con el alabeo del álbum sonaban como el éter, a través del cual los muertos, desesperados, nos llamaban”
Verdi - Aida - Triumphal March  Poético y apabullante a un tiempo
Añado algo más recogido y también fabuloso.
GIOrquestra Albert Guinovart, concierto para flauta
                                               

Y de espías ¿qué? Uno de los últimos mundos sonoros inspirados en estos tipos sigilosos e implacables es el trabajo de Alberto Iglesias para la película El Topo

Y acabo con las “canciones exquisitas”, seguro que Serena Frome se habría dejado llevar por este optimismo sonoro
Belize - Egos 
Pharrell Williams – Happy
                                                 


(De Lucia, gracias por cosas como éstas.
Paco De Lucia & Al Di Meola The Reunion "Mediterranean Sundance”)



Mil gracias a mi colaborador.




Códigos ocultos


Soldados de 02 
preparados

15/3/14

Mucho más que el valor de un céntimo


Imperdibles



MUCHO MÁS QUE EL VALOR DE UN CÉNTIMO


Somos uno de los países más ruidosos y bullangueros del mundo. Alegres y sociables, sí. Constantes y perseverantes, algo menos.  La mezcla de querencia por el ruido y la poca predisposición a la constancia nos echa a perder cuando se trata de reclamar nuestros derechos o simplemente cuando se trata de reclamar algo para mejorarlo. ¿Cuál es nuestra conducta, en líneas generales, cuando vemos algo mal hecho o defectuosamente ideado? ¿Reclamar por escrito vía quejas? ¿Y qué me dices de las asociaciones de consumidores…? que para eso están Bueno, ¡qué cantidad de molestias¡ Con lo fácil que es apabullar al primero que esté al frente de la correspondiente ventanilla, imagen de la empresa o servicio que hay que reclamar, pero que no tiene ni remota la idea de lo que le estás contando o/y ni posibilidad de solucionarlo. Y lo bien que lo pasamos solidarizándonos, en las conversaciones de patio o café, contándonos los unos a los otros las tropelías que nos ocurren.



Por desidia, dejadez, ignorancia y/o porque no nos lo ponen excesivamente fácil, el resultado es que nos quejamos adecuadamente poco y la defensa efectiva de nuestros derechos se produce en muchos menos casos que los que debiera. Nos quejamos como los niños, mucho ruido, pataleta y hasta la próxima.

Pues bien, está llegando el cambio. Estamos empezando a reconducir la ira, el malestar, la chapuza o la injusticia por el camino apropiado. Arremangarse, molestarse y jugársela. El caso del céntimo sanitario es un ejemplo espléndido. Una injusticia, o cuando menos un manejo raro de impuestos y finanzas hecho por los de arriba. La cosa pinta mal cuando se trata de enmendarle la plana a los superiores. No obstante, una empresa,  Transportes J. Besora de Tarragona, a la que se unen otras del sector del transporte, convenientemente asesoradas, se animan a llegar hasta el final. La Comisión Europea, en 2009, ya había dictaminado sobre la ilegalidad del céntimo sanitario recomendando la retirada del impuesto. España hizo caso omiso, ya se sabe, eso de las recomendaciones… Y entonces es cuando la “queja” de los agraviados llega hasta las últimas consecuencias y gana.

No tengo ninguna esperanza de que se desagravie a todo el mundo afectado, que somos casi todo el país, aunque sería lo obligado. Pero me alegro de que algunos colectivos lo consigan y de que se paralice el abuso para los particulares. Se le ha metido un gol por toda la escuadra a nuestros administradores, tan inmunes ellos cuando obran bajo el paraguas de la administración con mayúsculas, y eso tiene gran relevancia. No veo otro camino mejor para preservar la democracia que exigir el cese de abusos y plantear la asunción de  responsabilidadades. Aquello de combatir a gigantes, que tanto le gustaba a Don Quijote, acaba bien cuando se hace con cabeza, persistencia y ánimo. Y si no se llega al objetivo deseado, el hecho de emprender el camino, de exigir que las cosas se hagan bien, ya es en sí un éxito.






                                   




2/3/14

Historia 15. El lobo de Wall Street

Película

LA FIESTA DE LA CODICIA,
 SEGÚN MR. SCORSESE


Todo lo que firma Scorsese, lleva sello de calidad, nunca deja indiferente, y su última peli, “El lobo de Wall Street”, es otro ejemplo más. Hay un buen puñado de aspectos de la peli que hablan de la forma que tiene Martin Scorsese de entender el cine y que me encantan.
¿Cómo consigue ese ritmo narrativo vertiginoso? Narración a ritmo de jazz, rock, pop, hip hop…, sin respiro, sin pausa. Sin darte cuenta estás  viviendo  el stress, la agitación y el nerviosismo del prota. Me deslizo por el tobogán vital y vertiginoso del hiperactivo prota. Rápido e intenso, qué la vida es breve. Plano tras plano,  bien cosidos y encadenados. Y para lo que ya no vamos a digerir visualmente, las voces en off, marca de la casa, que nos añaden un plus de información. En esta ocasión, incluso Dicaprio se dirige con desparpajo a nosotros para contarnos, de cuando en cuando, su historia, ¡y no chirría!

Siempre en el filo de la navaja, entre la tragedia y la comedia. Esas escenas “made in Scorsese”, habitualmente alrededor de una mesa, entre bocado y bocado, en las que se discute sobre como estafar a alguien o darle el pasaporte definitivo, según convenga, entre toques del más refinado y divertido absurdo. Balanceo magistral entre el maravilloso humor de lo mundano y los más bajos instintos de nuestra animalidad. Hay dos escenas geniales a este respecto. El diálogo entre Leonardo DiCaprio y Matthew McConaughey, al comenzar la película, es una declaración de intenciones de lo que será la historia. La otra,  cómo el personaje de DiCaprio recluta al grupo de compañeros de trabajo que comenzarán con él su gran aventura. Para no perdérselas.

El gusto por la elegancia. Pero ¡qué trajes se gasta el colega! Ni uno solo de los placeres que se consiguen con dinero están fuera del menú del lobo, y el bien vestir es uno más. No sé si el cuidado en el vestir es original del personaje en el que se basa la historia o si es cosa de Scorsese. Me decanto por esto segundo, pues no hay mas que fijarse en los trajes y corbatas, a todo lujo, que despliega en “Casino” De Niro, por ejemplo. Pues aquí, Dicaprio, y alguno de sus colegas, no le van a la zaga.

Y por supuesto, la música. Otro aspecto muy mimado por el director. Trepidante como la montaña rusa vital en la que está el prota,  repartida a lo largo de toda la historia y  muy bien colocada.

Las actuaciones de los papeles principales, como siempre y como no podía ser de otra manera, geniales. No he visto 5 minutos mejor empleados delante de una cámara que los de Matthew McConaughey. De DiCaprio, nada que decir. Nos está mal acostumbrando poniendo el listón tan alto. Está claro que Scorsese se sabe rodear de lo mejorcito: Robert de Niro, Joe Pesci, Daniel Day-Lewis, Matt Damon, Ray Liotta, Paul Newman, Tom Cruise…

Hay que fijarse en DiCaprio, el líder. Como si de un general se tratara, intentando enfervorizar a sus tropas para que estén dispuestas a entregar su vida por la causa, o como sucede aquí,  para que saqueen sin compasión a todo aquel que cae en sus redes. ¡Qué poder el del líder capaz de conducir a la masa, que por serlo se suele volver pelín boba y sin voluntad propia! ¡Qué peligro y que virtud a un tiempo!


He oído y leído a algún crítico cinematográfico que recriminaba a Scorsese su falta de posicionamiento crítico ante personajes como el que nos relata ¡por favor, un poco de moraleja! No sé si nuestro director ha querido plasmarla, posicionarse o evitarla. Quizás considere a los espectadores lo suficientemente maduros como para sacar sus propias conclusiones, que el exponer el relato baste por si mismo. Desde mi punto de vista hay al menos una secuencia, el policía volviendo a casa en metro, en que veo intencionalidad por parte de Scorsese. No obstante, si que creo que hay un intento de evitar juicios éticos sobre el personaje y su relato. No obstante,   seguirle en su ascenso y caída, y contemplar lo barato que a algunos delincuentes les cuesta serlo, ya es por sí mismo bastante crítico con la sociedad que, pasito a pasito vamos creando entre todos, y que lo permite. Unos por acción y otros por omisión. Si  tengo que ponerle un pero a la historia, no es otro que el hecho de que me ha contado poco. He echado de menos un poco más de enjundia argumental, para otra ¿vale Scorsese?

Argumento: 

Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). A mediados de los años ochenta, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna cuando tenía poco más de veinte años como fundador de una agencia bursátil le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. Drogas. Las tentaciones abundaban y el temor a la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la discreción era una cualidad anticuada; nunca se conformaban con lo que tenían. (FILMAFFINITY)

Historia 15. El lobo de Wall Street

Historia


¡QUÉ OSCURIDAD!


Estoy paralizada. Me he quedado sin aliento, sin movimiento y sin capacidad de reacción. Pensaba que podía manejar el paquete básico de la economía del capitalismo, todo ese conjunto de conceptos tan elevados que explican sistemas económicos, estructuran países  y que nos permiten al común de los mortales ir de vacaciones o no. Pues bien, hay mucho más de lo que ni en mis peores sueños había imaginado. Requieren una gran  dosis de imaginación para comprender la relación entre el concepto, la práctica y el día a día de cada cual. Neoliberalismo, economía especulativa, especulación puro y dura, desregulación...  Son conceptos arduos pero con grandes implicaciones. Y ahí está la cuestión, se puede vivir sin saber de su existencia, es más, aconsejo hacerlo, por motivos de salud psíquica, pero no podemos escapar a sus efectos. Sin dramatizar, pero siendo conscientes de que entre todos, y unos más que otros,  por acción o por omisión, hemos conseguido llegar a donde estamos y deberíamos saber lo más posible, crearnos una opinión y actuar en consecuencia, las pocas veces que nos reclaman. Yo ya noto los efectos de todo esto que ignoro nada más pagar en  la frutería ¡no sé que cara se me va a quedar la próxima vez que visite en la sucursal bancaria para pedir alguna aclaración o reclamar lo que es mío¡

Para empezar a amueblar la cabeza y ordenar las piezas, unos artículos:
y  una entrevista en tono ligero Salvados: El funcionamiento especulativo de los mercados



No lo aconsejo como visionado nocturno. Sí esos programas, que por su contenidos amodorrantes, nos preparan para el descanso nocturno. No, no es el caso. No obstante, es imprescindible para cerciorarse de que hay avariciosos psicópatas en las más altas esferas de la economía bursátil americana y mundial. Después de ver esto, el prota. de la peli parece tan sólo un niño travieso.



Para finalizar, Antoni Doménech, Catedrático de Filosofía Política de la Universidad de Barcelona. Clarito, clarito.

¿Cómo se puede recuperar el control democrático sobre la economía?



Historia 15. El lobo de Wall Street

Libros

EMOCIONES FUERTES EN 
TRAJE Y CORBATA

La literatura siempre tan dispuesta a reflejar las pasiones humanas, las altas y las bajas, no se ha resistido a recrear historias sobre el mundillo Wall Street. Lujo, dinero, adrenalina, poder. La sensación de vivir en un tobogán en el que siempre hay que estar al 100% porque hay mucho en juego, da pie a  situaciones y personajes literarios a los que les gusta beberse la vida de un sorbo, la suya y la ajena.


TOM WOLFE, La hoguera de las vanidades. Ed. Anagrama

Tom Wolfe debutó triunfalmente como novelista con "La hoguera de las vanidades", que fue calificada como la novela de Nueva York. El protagonista es un yuppie, un asesor financiero que se ha convertido en la estrella de una firma de brokers, pero que se ve inmerso en rocambolescas dificultades jurídicas, matrimoniales e incluso económicas a partir de la noche en que se pierde por las calles del Bronx cuando llevaba a su amante del aeropuerto Kennedy a su nido de amor. A partir de esta peripecia, Tom Wolfe va hilando una compleja trama que le permite presentar el mundo de las altas finanzas, los restaurantes de moda y las exclusivas parties de Park Avenue, así como el submundo picaresco de la policía y los tribunales del Bronx, y también el mafioso universo de Harlem y las nuevas sectas religiosas. (Anagrama)

JORDAN BELFORT, El lobo de Wall Street. Alienta, 2013

Durante el día ganaba tanto dinero como podía. Las noches las pasaba sumido en un espiral de drogas y sexo. Historias increíbles sobre habitaciones de hotel de precios inimaginables, fiestas interminables con corredores de bolsa, yates, mujeres, excesos… En la década de los noventa, Jordan Belfort, ex directivo de la conocida firma de inversiones Stratton Oakmont, se convirtió en uno de los nombres más infames de las finanzas estadounidenses. Ahora, en esta sorprendente y divertida autobiografía, Belfort narra una historia de codicia, poder y excesos que nadie podría inventar: La suya. ... (Casa del libro)

MICHAEL LEWIS, El poquer mentiroso. Alienta, 2011

Antes de las caídas de Enron o Lehman Brothers, en los ochenta ya se produjo uno de los mayores escándalos financieros de la historia, el crac de Salomon Brothers, la mayor inversora de Nueva York. Este libro, que se convirtió en un auténtico fenómeno, narra la experiencia en primera persona del autor como exitoso trader d e la compañía. Con mucho sentido del humor y mordiente sarcasmo, El póquer del mentiroso se erige en el principal testimonio de una época marcada por la ética de la codicia.(Casa del Libro)




En cuanto al ensayo, más o menos riguroso, son muchos los títulos donde elegir. Aunque requieran un esfuerzo mayor por parte del lector, o quizás algún conocimiento previo, son textos muy aconsejables. Y lo son porque esa cosa que ha dado en llamarse globalización amenaza con acabar con los últimos islotes de ignorancia jubilosa mantenida por el común de los mortales. Se acabó. Puedes seguir viviendo en el séptimo cielo, pero lo que haga esa panda de ilusionistas con sus juegos de manos de “ahora el dinero está, ahora no”, va a afectarte. De una manera u otra, tarde o temprano, pero lo hará. No es una amenaza, es un hecho. Por ello, aunque acabemos con la cabeza caliente y los pies fríos, no me parece mala idea empezar a entender el maravilloso mundo de las finanzas, allí donde las emociones fuertes están aseguradas.

MARC ROCHE, El banco. Cómo Goldman Sachs dirige el mundo. Deusto Ediciones, 2011.

PRIX DU LIVRE D’ÉCONOMIE 2010. Distinción otorgada por los periodistas franceses al mejor ensayo económico del año. Partícipe en el derrumbe de Lehman Brothers, cómplice en la ocultación de la deuda griega y acusado por la Comisión del Mercado de Valores estadounidense de obrar fraudulentamente en la comercialización de h ipotecas subprime. El banco se ha convertido en El Banco, la entidad que para el autor de esta obra representa la metáfora más exacta de un modelo de especulación sin escrúpulos que colocó la economía capitalista al borde del colapso. Visitando algunos de sus escándalos más sonados, el autor traza una biografía de la entidad que comprende desde su fundación hasta la actualidad. No solo sus operaciones financieras están protegidas por un impenetrable secretismo, también su organización interna y su tupida red de contactos con el poder político y los líderes de las instituciones internacionales. La obra bucea en los despachos del banco y rescata personajes que ilustran el perfil de miembro de la conocida como “hermandad Goldman”. El Banco queda así retratado en dos planos: en el institucional aparece como un supermercado económico enredado en innumerables conflictos de intereses; en el social, como un club de cachorros adictos a la conspiración y poco amigos de someterse a las instituciones democráticas. Jugoso retrato de los grandes ejecutivos, de los acuerdos cerrados en los pasillos y de las conexiones con los grandes tomadores de decisiones políticas y económicas. (Casa del libro)

LUIS ALLUÉ BELLOSTA, Alicia en Wall Street .Las claves para invertir con éxito y ser felizEdiciones Saragossa, 2013


Sus decisiones financieras cambiarán tras leer este libro Tiene usted en sus manos un sueño muy especial. Una niña de 13 años visita Wall Street. Sus padres se han arruinado con la actual crisis económica y en la bolsa de Nueva York conoce a Warren Buffett -el hombre más rico del mundo- y a los mejores inversores de todos los tiempos. Le explican cuáles son las claves para invertir con éxito y le inculcan valores como la formación, la disciplina, el esfuerzo y la paciencia. Esta divertida y transgresora aventura le mostrará -con un lenguaje sencillo y un ritmo ágil- el camino para optimizar sus inversiones, le revelará la magia del interés compuesto y le desvelará los secretos y las artimañas que emplean las entidades financieras y la sociedad de consumo para aprovecharse de sus ahorros y de su trabajo. Una fábula que le liberará de las ataduras y los tabúes económicos que coartan nuestras decisiones de inversión y le ayudará a conseguir su libertad financiera. Alicia en Wall Street nos enseña, con un ameno y apasionante cuento, cómo enriquecerse, con el paso del tiempo, sin asumir grandes riesgos. Atrévase y acompañe a Alicia en su viaje hacia el éxito(Marcial Pons)


CARLOS SALAS , La crisis explicada a sus víctimas. Altera, 2009

 Hace un año, conocidos políticos aseguraban que España estaba a salvo de la crisis financiera y que se alcanzaría el pleno empleo. Ahora, los bancos no dan créditos ni a otros bancos; el número de parados en el INEM se acerca a los cuatro millones; y los precios bajan porque los clientes no entran en las tiendas. ¿Cómo ha s ucedido esta catástrofe?, ¿dónde nació la crisis?, ¿por qué nadie la vio venir… o se atrevió a contarlo?, ¿cómo se puede salir de ella? Si la crisis se ha contagiado como una enfermedad, la primera medida para salir de ella es un diagnóstico acertado. En La crisis explicada a sus víctimas, el periodista Carlos Salas, investiga las raíces de la crisis, en las célebres hipotecas subprime, en el crédito desaforado, en la burbuja inmobiliaria. Y llega a la conclusión de que el principal responsable del cataclismo es la codicia que, como una enfermedad, contagió a todas las clases sociales, desde quienes entregaban sus fortunas al estafador George Madoff a los que compraban pisos en Seseña al Pocero para revenderlos(Casa del libro)


Historia 15. El lobo de Wall Street

Arte

ESTÉTICA Y CAPITAL, 
UNA PAREJITA FELIZ.

El único arte que el DiCaprio está dispuesto a apreciar es aquel que lleva a darse homenajes personales diarios. Compañía variada, apetitos de todo tipo, lujos diversos, coches, casas, yate... Este es el catálogo de actos sensibles que aprecia con deleite, que no es poco. Este manual de estilo queda fuera de las posibilidades del común de los mortales, aunque también podría considerarse como la forma de no saciarse con nada cuando uno ya lo tiene todo (perdón, que nunca uno tiene todo). El arte tradicional (pintura, escultura, fotografía…) no parece conmoverle demasiado. Si nos olvidamos del ejemplo estilo Belfort, la inmensa mayoría nos conformamos con ir de cuando en cuando a una exposición, leer alguna revista especializada o meter la nariz en Internet y bucear den la producción de algún pintor, fotógrafo... Y ahí ¿qué encontramos?

Neoliberalismo... aquí estamos.
Parece ser que la creatividad individual se ha ido a hacer puñetas. Si buscamos denominadores comunes, líneas dominantes, y nos olvidamos de lo extraordinario o lo extravagante, una pena porque es ahí done suele estar el germen del cambio, el patronazgo con retorno útil o/y intenciones de adoctrinamiento, y el utilitarismo bienintencionado, parecen destacarse como los aspectos dominantes de la estética hoy.
No es cosa mía, doy la voz a los especialistas.
“Con el neoliberalismo, el subsidio corporativo a las artes ha aumentado en detrimento del patrocinio de Estado, privilegiando el “arte útil”, que es la antítesis del arte autónomo. Esto quiere decir que se le ha dado una función tanto económica como política a la producción de arte” Irmgard Emmelhainz

“A diferencia de los museos de estado, cuya misión es difundir, exhibir y educar sobre arte que le pertenece a un pueblo – a partir de una narrativa que puede ser mítica, histórica, identitaria o canónica para reforzar la meta-narrativa que une al pueblo como tal –los museos privados tienden a ser estratégicamente usados para el desarrollo de la identidad e imagen de una compañía. También son lugares de canalización de fondos, ya que el estado brinda exención de impuestos a las corporaciones que coleccionan arte” Irmgard Emmelhainz

“Los espacios culturales se han convertido en bastiones institucionales de auto-expresión democrática y sitios para la reconciliación social y la auto-ayuda. Por ejemplo, el proyecto Sanatorium de Pedro Reyes en el Guggenheim NY, Documenta 2012 y White Chapel en Londres en 2013, descrita como “una clínica transitoria que proporciona tratamientos cortos e inesperados que combinan arte y psicología”. Muchas de estas iniciativas son subsidiadas con fondos corporativos. Mientras que el apoyo corporativo al establecimiento de espacios antagónicos o prácticas que buscan facilitar o reparar lazos sociales son institucionalizados por la sociedad, la pregunta que surge es, ¿A quién le pertenece el capital cultural y quién tiene el derecho de usarlo?” IrmgardEmmelhainz



“Para los gobiernos europeos (sobre todo Gran Bretaña, Holanda y Francia) el arte participativo es una ingeniería social barata. Crea la impresión de que todos están participando, haciendo talleres de trabajo, ciclos de cine, cocina comunitaria. Creo que esto aporta, innegablemente, algo a una comunidad, pero también creo que es criticable porque es homeopático, ignora las cuestiones estructurales y es una forma temporaria de distracción de los problemas reales. Claire Bish


Aunque el arte esté mayoritariamente subvencionado y dirigido, controlado por los pepes que organizan grandes exposiciones y crean colecciones, aún  cuando sea el deseo de utilidad, más o menos desinteresado de algunos eventos el que predomina, estoy segura de que el espíritu creativo que acompaña al artista también estará allí.

Se acaba de celebrar en Madrid la Feria de Arte Contemporáneo ARCO. El hecho de que se denomine feria a un evento de estas características remite directamente al aspecto comercial del arte. Sería de ilusos pensar que el arte se sostiene en el aire, es negocio, y dentro de unos parámetros, es normal que así sea. Sería bueno echar una ojeada y juzgar por uno mismo dónde acaba y arte y empieza el negocio.

Siguiendo con ARCO escuché una entrevista en la que un artista, a la pregunta sobre sus sentimientos, iban a colgar alguna obra suya en un museo, contestaba que no se sentía especialmente bien pues consideraba a los museos como cementerios del arte, instituciones carentes de vida. El periodista siguió con su trabajo y le tocó el turno a una coleccionista-galerista que había escuchado la entrevista anterior. Ella defendió los museos señalando el creciente dinamismo que están adquiriendo con actividades como las exposiciones temporales. Yo respiré más tranquila. Me quedé sorprendida al oír lo del museo-cementerio. Me gustan los museos. Poder ir de vez en cuando. Ver una obra y comprobar si me dice algo diferente a lo que me dijo la última vez. Saber que está allí para mí y para todo el que quiera verla, es un lujo. El museo democratiza el arte y eso me gusta (bueno, si la economía neoliberal nos permite pagar el precio de la entrada)