30/8/15

Historia 33. Lejos del mundanal ruido

Película
ESAS CAMPIÑAS INGLESAS…
Si quieres, puedes verla como una historia romántica. Bathsheba Everdene (Carey Mulligan) hereda una propiedad en la Inglaterra victoriana y decidida a sacarla adelante, sin ayuda de un hombre, emplea toda su capacidad y decisión para lograrlo. En este proceso, tres hombres girarán alrededor de ella. Un pastor Gabriel Oak (Schoenaerts), un acomodado rentista William Boldwood (Sheen) y un militar Frank Troy (Sturridge).

No obstante, sería una pena quedarse solo ahí, porque hay más, mucho más. Y lo hay porque la peli está basada en un clásico de la literatura inglesa de Thomas Hardy y porque el texto lo ha tomado el director Thomas Vinterberg y junto con actores, guionista y técnicos han hecho una pequeña joyita.

Todo el mundo victoriano está aquí. La sociedad de los años 70 del siglo XIX en la que una mujer sola lo tenía verdaderamente difícil para salir adelante por sus propias fuerzas. La importancia del matrimonio para la mujer que le daba protección, posición y sentido. Las clases sociales claras y bien definidas en las que cada uno ocupa su lugar, los roces son continuos pero las mezclas muy raras. El orgullo, ese sentimiento tan personal y tan cultural, tan british en este caso. Los personajes actuando según los dictados del orgullo y la dignidad.

Personajes con matices, con enjundia, con chicha, que muestran y ocultan sentimientos y pasiones jugando en el margen de las reglas sociales. Hartazgo fabuloso de primeros planos de los prota. que usan todo su saber hacer para comunicar con miradas y gestos insinuados, todo en la dirección de esa buena escuela que expresa con el rostro lo que no necesita decir con el cuerpo.

El ritmo que nos propone Vinterberg es de paladeo. Algunos segundos sin diálogo, sin acción, imprescindible para degustar de paisajes y esos primeros planos elocuentes que son un mundo.

Un buen puñado de escenas que son joyitas visuales a la vez que hablan de sentimientos sin palabras. La desolación en un conjunto de ovejas muertas en la playa al amanecer; la libertad de la prota. cabalgando tumbada sobre el caballo entre los árboles; la magia del encuentro en el bosque con el soldado destacado con su uniforme rojo; el tedio del mismo cuando combate con una espada de madera a las ocas; la sencillez de los campos de siega; la alegría de vivir del lavado de corderos en el agua…

Y por establecer conexiones felices vienen a mi cabeza el lenguaje visual, la sensibilidad  y el ritmo de Ang Lee en Brokeback Mountain o en Sentido y sensibilidad y también las escenas-cuadros de Romeo y Julieta de Franco Zefirelli.

         

Historia 33. Lejos del mundanal ruido

Historia
¡DIOS SALVE A LA REINA!
¿Qué pasa en la Europa  de los años 70 del siglo XIX? Un buen montón de cosas. La economía funciona a todo trapo con el desarrollo de la Segunda Revolución Industrial. Gran Bretaña se pone a la cabeza convertida en la primera potencia mundial.
Se asiste un período de relativa estabilidad política, de escasez de conflictos armados. Una vez digeridos o indigestados los procesos revolucionarios, lo más reseñable son los procesos de unificación de Alemania e Italia. Gran Bretaña está a la cabeza de un imperio colonial inmenso y su política interior disfruta de estabilidad, en buena parte gracias al practicismo inglés, como H.A.L. Fisher ha dicho sobre los principios de este hecho: “El primero de de los cuales dice que todo gobierno se asienta en el acuerdo de los gobernados, y el segundo que la misión del estadista es evitar la revolución por medio de la reforma”. En el mundo del pensamiento, el romanticismo se desvanece dando paso positivismo.  La superioridad de las ciencias está fuera de toda duda. Solo conocemos aquello que nos enseñan y para ello utilizamos el método científico. De esta manera se hará posible descubrir las leyes reguladoras de los fenómenos naturales.

De todo esto participa el mundo de Bathsheba Everdene, el personaje de Thomas Hardy. Estamos en la época victoriana que comprende fundamentalmente el reinado de  Victoria I (1938-1901) que desarrolla una sociedad capaz de construir un imperio, transformar su economía hasta llevarla al primer puesto, ser motor de avances científicos y técnicos de primer orden y conservar una sociedad con una neta separación de clases y un papel de la mujer, que aunque comienza a reclamar espacios de autonomía, sigue estando supeditada al hombre, siendo su papel esencial el de esposa y madre.


                      

                     


     

Historia 33. Lejos del mundanal ruido

Literatura
LEER CON TODAS LAS GARANTÍAS
Literatura victoriana. Un auténtico pozo sin fondo, mucho y bueno. Acabo de toparme con un período histórico que acoge en sus límites temporales auténticos clasicazos literarios de todos los tiempos. Tennyson, Dickens, las Brontë, Thackeray… ¡cuánto por descubrir¡

Pelín de encuadre histórico. El Realismo literario aparece en la segunda mitad del siglo XIX y se ciñe al análisis riguroso de la realidad y el intento de eliminar todo aspecto subjetivo que aleje de la realidad. A su vez, el Naturalismo deriva del Realismo e intenta, mediante la descripción del entorno social, interpretar la vida. Thomas Hardy, autor del texto base, está enclavado en esta corriente Naturalista.

“Esta época de pujanza, no debe hacer olvidar que la realidad social y económica, pese a los más que evidentes progresos, distaba de ser idílica. () Ricos y pobres, propietarios y obreros seguían siendo, con todos los matices y gradaciones que se quiera y pese a los recortes de la desigualdades, las dos caras de una misma moneda social, cuyos contornos y perfiles quedaban a  menudo perfectamente retratados e identificados a través de las diferentes manifestaciones artísticas y literarias” (Francisco de Luis Martín)

Pero como es necesario concretar y elegir, nos quedamos con la obra de Hardy, origen de la película y las obras de las hermanas Brontë, también incluimos a Jane Austen.

Lejos del mundanal ruido, THOMAS HARDY LEAHEY
 Alba editorial, 2002
El autor nos hace un formidable retrato de una heroína victoriana que sabe que lo difícil para una mujer definir sus sentimientos en un lenguaje creado principalmente por el hombre para expresar los suyos. De carácter fuerte e independiente, esta heroína, joven propietaria de la mayor granja de su localidad, está en situación de elegir entre los tres pretendientes que la rondan. Al elegir descubrirá en poco tiempo que ha renunciado la  sencillez de la vida de soltera para convertirse en la humilde mitad de un indiferente todo matrimonial (CasadelLibro)




Sentido y sensibilidad, JANE AUSTEN
Debolsillo, 2014
Al morir su padre, las hermanas Dashwood, de caracteres completamente opuestos, deberán abrirse paso en la hipócrita sociedad de la Inglaterra de principios del S.XIX (Casa del Libro)



Orgullo y prejuicio, JANE AUSTEN
Alianza Editorial, 2013
«Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero en posesión de una gran fortuna necesita una esposa ». Nueva traducción ilustrada de la novela de Jane Austen. Este comienzo, que, junto con el de Ana Karénina, es quizás uno de los más famosos de la historia de la literatura, nos introduce sabiamente en el mundo de Ja ne Austen y de su novela más emblemática. Orgullo y prejuicio, publicada en 1813 tras el éxito de Juicio y sentimiento, reúne de forma ejemplar sus temas recurrentes y su visión inimitable en la historia de las cinco hijas de la señora Bennett, que no tiene otro objetivo en su vida que conseguir una buena boda para todas ellas. Dos ricos jóvenes, el señor Bingley y el señor Darcy, aparecen en su punto de mira e inmediatamente se ven señalados como posibles presas . De hecho, la relación entre la hija mayor, Jane, y el señor Bingley parece muy prometedora… pero, por influencia del arrogante señor Darcy, se frustran todas las esperanzas. La intervención de Elizabeth, la hija segunda, perspicaz, consciente de su valor, y algo rebelde, determinará el rumbo de la novela. En ella el opresivo ambiente de la familia, la presión del matrimonio, la diferencia de clases, el fantasma de la pobreza y la delicada sensibilidad de una heroína decidida, pero no libre de errores de juicio y dudas de comportamiento, se conjugan para crear una obra maestra leída a lo largo de más de dos siglos.(Casa del Libro)

Jane Eyre, CHARLOTTE BRONTE
Debolsillo, 2010
Jane Eyre es una novela clásica de amor, precursora del feminismo y la psicología moderna, sobre una huérfana que enfrenta su destino manifiesto. De Jane Eyre (1847), una de las novelas más famosas de estos dos últimos siglos, se suele guardar la imagen ultrarromántica de una azarosa historia de amor entre una institutriz pobre y su rico y atormentado patrón, en el marco truculento y misterioso de una fantasmagoría gótica. Y se olvida que, antes y después de la relación central con el misterioso, sardónico y violento señor Rochester, la protagonista tuvo una vida: episodios escalofriantes de una infancia tan maltratada como rebelde, años de enfermedad y arduo aprendizaje en un tétrico internado, estaciones de penuria y renuncia en la más absoluta desolación física y moral, inesperados golpes de fortuna, incluso remansos de paz familiar y nuevas -aunque engañosas- proposiciones de matrimonio. Se suele dejar de lado que, en fin, la novela es todo un libro de la vida, una exhaustiva ilustración de la lucha entre conciencia y sentimiento, entre principios y deseos, entre legitimidad y carácter, de una heroína que es la «llama cautiva» entre los extremos que forman su naturaleza. (Casa del libro)



Cumbres borrascosas, EMILY BRONTE
Alianza Editorial, 2006

La poderosa y hosca figura de Heathcliff domina Cumbres Borrascosas, novela apasionada y tempestuosa cuya sensibilidad se adelantó a su tiempo. Los brumosos y sombríos páramos de Yorkshire son el singular escenario donde se desarrolla con fuerza arrebatadora esta historia de venganza y odio, de pasiones desatadas y amores d esesperados que van más allá de la muerte y que hacen de ella una de las obras más singulares y atractivas de todos los tiempos.

Historia 33. Lejos del mundanal ruido

Arte
CON LA PELÍCULA, CASI VALE

Un ole a la directora de fotografía de la película Charlotte Bruus Christensen por un trabajo artístico fuera de toda duda. Hubiera querido tener la neurona activa que poseeo despierta para recordar a que otro director de fotografía le he oído decir que la pintura, su estudio, su apreciación, es un trabajo importante para este oficio artístico, luz, color, encuadres… Seguro que Charlotte está de acuerdo.

Pero si nos vamos a la época histórica, mejor, al arte contemporáneo a la historia, hay mucho donde elegir. Como a mí me gustan, a Bathsheba Everdene, el personaje de Lejos del mundanal ruido también ¿por qué no? A buen seguro apreciaría los paisajes románticos de Turner que ya anuncian nuevas impresiones atmosféricas, vapores, humos, humedad, ruidos como Lluvia, vapor y velocidad.

                      

Y también se perdería en los colores brillantes de los Prerrafaelistas  Rossetti o Millais.

          
           

Aunque quizás apreciaría de forma especial la estética y practicidad de los Arts and Crafts de Morris.

                           






Historia 33. Lejos del mundanal ruido

Música

PARA BATHSHEBA EVERDENE
La banda sonora siempre es la gran apuesta musical de la película, la historia convertida en melodía.
Oigamos
          

Pero también habrá que escuchar algo de la música que los protas. quizás escucharon: folklore actualizado

                 
Aunque no hay que olvidarse de la sección “grandes amores”
Ibrahim Ferrer. Dedicado a los líos emocionales entre los protas. expresados de forma tropical, aunque en estos asuntos el fondo es internacional. 

       

Adele y esa super voz
                    

Van Morrison, siempre
                   

Para no acabar maravillosamente edulcorada, el final a todo gas con Justin Timberlake
     
         




Mil gracias a mi colaborador

"Zeus, que amontona las nubes"

"Zeus, que amontona las nubes"
(Iliada, 511)

13/8/15

Un mundo robótico






UN MUNDO ROBÓTICO





Hace un puñado de años, Dorys Day cantaba el  Qué será, será… con su cara angelical y pelo algodón de azúcar. El tono, el mensaje, la melodía todo apuntaba al mega optimismo y la confianza, un poco panoli y bien intencionado. Pues se acabó la fiesta hapy-hapy porque únicamente llegan a mis oídos melodías de terror. El sonsonete que no se me va de la cabeza está en sintonía con el sigilo terrorífico del Tiburón de John Williams o la inquietante presencia del Drácula de Wojciech Kilar. Pura coincidencia, pero la penúltima que he leído sobre la velocidad de crucero sin rumbo que lleva la tecnología me deja helada.

Mi temor comenzó hace aproximadamente un mes. Hacía calor y acabé en el cine viendo el último Terminator. Génesis. De la peli ni voy a hablar, aunque si me acuerdo de un detallito que aparecía en la misma. El reto del anciano Schwarzenegger y sus colegas era acabar con un sistema de destrucción masiva, instalado en teléfonos, tabletas y todo tipo de dispositivos de bolsillo. Un sistema operativo que daba el poder a las máquinas. Bien, es ciencia ficción. Puedo con ella.

Subimos un escalón. Diez días atrás, vagabundeando por La Dos a la Carta, me topo con un documental Trading de alta frecuencia.Un mundo aparte, brokers robóticos. Alrededor de dos tercios de los movimientos bursátiles en Estados Unidos los realizan ellos. Máquinas programadas para vender y comprar a velocidad de vértigo, especular de forma inhumana y ganar dinero a paladas. Ya han provocado un par de caídas o bajonazos bursátiles que los especialistas tachan de peligrosas. El mercado del dinero. Glup. Trago saliva, esta situación no es hipotética o imaginada.

Para acabar y llegar a donde yo iba, antes de ayer me encontré con el terror en forma de noticia periodística. Toby Walsh, experto en inteligencia artificial,  alerta sobre una amenaza real, la creación de robos asesinos en cincuenta años. Junto con un grupo de colegas y científicos piden a la ONU su prohibición.  ¡A temblar que esto es real¡


¡Con lo que me gusta la ciencia ficción! Estoy dispuesta a creerme que un buen día  lleguemos a Marte y volvamos para contarlo; que superemos la velocidad de la luz para poder darnos un garbeo por Saturno; que nos teletransportemos; que montemos hoteles  finde en la Luna; que todos llevemos uno de esos buzos de plástico fino, tan espaciales, asépticos e impersonales… Pero puñeta, no todo tiene que hacerse realidad. Los pasajes de monstruos sin cara a los que les encanta comer humanos sin haberlos probado, no tienen porque llegar aquí. Aunque bien mirado ¿quién teme a un improbable monstruo alienígena si ya nos vamos a encargar de hacer replicantes metálicos multiformes que no nos coman pero que nos maten igual?