11/5/13

Historia 6. ANNA KARENINA

ARTE

¡Todo tan grandioso, tan principesco, 
tan ruso...!


Los rusos tuvieron una borrachera de grandeza que no podía ser expresada con ninguno otro arte como con el barroco, y a consecuencia de ello, hoy podemos deleitarnos con auténticas joyas arquitectónicas como éstas. Sé que los protagonistas de la peli-novela no pertenecen a la familia de los zares, pero no puedo evitar situarlos en escenarios como estos. Casi puedo oír el crujir de las sedas de los vestidos, el leve chasquido de los cubiertos en las más delicadas porcelanas y las risas elegantes, nada estridentes, de los alegres ociosos.





Palacio Imperial de Invierno o Hermitage (palaciosdeuropa.com)

El actual palacio de invierno (1754-1762) es un magnífico ejemplo del característico barroco ruso. Construido para la zarina Isabel I, esta lujosa residencia fue la obra maestra de Bartolomeo Rastrelli, y posteriormente fue embellecido por otros arquitectos internacionales. Curiosamente cuando se terminaron las obras del palacio, este ya estaba "pasado de moda", pues el barroco había dejado paso al gusto neoclásico.

La planta del palacio es cuadrada bastante regular con tres patios interiores. Sus fachadas están decoradas en los típicos colores blanco y verde con ornamentaciones en oro. Las ventanas, de las que se distinguen 16 tipos diferentes, están flanqueadas por columnas y pilares en toda su longitud. A pesar de la abundancia de estatuas la impresión general es de una cierta sobriedad debido a su dimensión y a la regularidad con la que se suceden los diversos elementos decorativos.
En cuanto a los interiores, han ido cambiando a través de los años, combinando el estilo típico ruso con el gusto neoclásico. Hay que tener en cuenta que en 1837 el palacio sufrió un gran incendio que obligó a una reconstruccion casi total de los interiores. A pesar de que la decoración de los salones han sido alteradas para adecuarlas como salas de exposición, si hay algunas estancias de gran belleza. La primera que nos llama la atención es la escalera de San Jorge que constituye la suntuosa entrada al palacio. Su riqueza resulta extraordinaria con esculturas, mármoles, tallas doradas, columnas policromas, etc. Desde ella, la familia imperial contemplaba la ceremonia del bautismo en el rio Neva. La sala del pabellón servía de paso al Hermitage de Catalina II, en donde la emperatriz exponía su colección de pintura que había reunido a base de comprar las obra a nobles europeos arruinados.

Esta sala, con un paso elevado, es de un acentuado gusto neoclásico y esta adornada con columnas de mármol y numerosas lámparas de cristal. Es necesario atravesar esta sala par llegar a otra bella estanciaa, el pequeño teatro que Catalina II encargo a Quarengui, y que en la actualidad se sigue utilizando. La sala de los escudos, con columnas dorada se utilizaba para las recepciones de la corte. La sala de malaquita (1839) se caracteriza por las 8 columnas y pilares de malaquita y por algunos insólitos objetos de este material, lo que la convierte en una de las mas hermosas y originales del palacio. En este palacio existen dos salones del trono. El mayor de ellos, llamado de San Jorge, era utilizado en las grandes ceremonia de la corte y estaba decorado con un trono bajo solio, mientras que las paredes estaban recorridas por 44 columnas corintias de marmol con capiteles y basas dorados. El otro salon del trono es más pequeño y se situó cerca del anterio. Fue construido en 1833 en honor de Pedro el Grande. Cabe destacar que todas estas salas fueron nuevamente destruidas en el s.XX y que posteriormente han sido restauradas hasta el mínimo detalle.

La plaza frente al palacio, obra de Rossi, destaca por el imponente arco del triundo que aunque proyectado un siglo despues que el palacio, nos permite ver que tanto Rastrelli (arquitecto del palacio) como Rossi pensaban en un mismo proyecto escenográfico y conmemorativo del poder imperial. En la actualidad, el palacio junto con otros cuatro edificios forma el museo del Hermitage, uno de los primeros del mundo tanto por su extensión (24 Km de galerias) como por obras. Esta palacio es hermoso arquitectónicamente hablando, y nos sirve para comparar el distinto gusto entre el este y el oeste de Europa, ya que por ejemplo se construyo al mismo tiempo que el palacio real de Madrid y mientras que el primero se basa en la ya atrasada y caduca estética barroca, el palacio español va abriendo paso el nuevo gusto neoclásico.


Palacio Tsarskoye Selo o Catalina

En las afueras de San Petersburgo, las cúpulas doradas de la capilla imperial anuncian el gran palacio de Tzarkoy Selo (aldea de los zares), también denominado Gran Palacio Catalina. En este Lugar, dos Zarinas Isabel I y Catalina II hicieron construir un imponente palacio. El nuevo palacio se alzó sobre un construcción previa propiedad de la madre de Isabel, encargándose del proyecto Bartolomeo Rastrelli en un estilo plenamente barroco, participando posteriormente C.Cameron y G. Quarenghi.
El edificio se articula en varios edificios, el mayor de los cuales tiene una longitud de mas de 300 m. Sus fachadas están decoradas con profusión de atlantes, columnas y grandes ventanales ornamentales, para los que se recurrió al ya característico contraste de colores del barroco ruso: azul, blanco, dorado...... Tras la muerte de Isabel I, Catalina II quiso imprimir un nuevo estilo al palacio, pues le gustaban mas los ambientes neoclásicos que los barrocos del anterior reinado. Para ellos se valió de Charles Cámeron, que se encargo de la redecoración interior del palacio, así como de la construcción de nuevos pabellones en el parque, como por ejemplo los baños turcos con la sala de ágata. Dentro del palacio destacan la obsesiva perfección en la realización de innumerables estancias suntuosa, que lo son aún mas si tenemos en cuenta, que este palacio, al igual que otros muchos en Rusia, fue destruido casi por completo por las tropas alemanas, teniendo que ser reconstruidos a partir de dibujos de la época de su edificación.
A esto hay que unir el expolio de una sala emblemática del palacio: la cámara del ámbar, regalada por el Federico Guillermo I de Alemania al zar Pedro I. Una réplica de ella ha sido reconstruida recientemente pues es una incógnita el paradero de la verdadera cámara. Entre las estancias del palacio destaca el gran Salón Dorado o Salón del Trono que es obra de Rastrelli. La visita a este salón puede abrumar al mas escéptico por la profusión de dorados que están presentes en cada minúsculo detalle de esta estancia, y que se multiplican hasta el infinito por la multitud de espejos. En el techo podemos ver el fabuloso fresco de Giuseppe Valeriani "El triunfo de Rusia" de 1755. Otras estancias son: la capilla Rea (1740) aun en fase de recontrucción y de la que solo se conservan tres de los iconos originales, el comedor de estado dispuesto tal y como se hacía en la época de mayor explendor con las vajillas y cristalerias imperiales, el comedor verde de Cámeron, y de época mas tardía la gran escalera.

El parque, exceptuando unos pequeños parterres de estilo francés que rodean al palacio, es fundamentalmente de estilo ingles, con gran cantidad de pabellones dispersos construidos por Rastrelli, como el Hermitage donde se daban banquetes, la gruta a orilla del lago, así como la galería Cámeron, obra de Charles Cameron que sigue los dictámenes del neoclasicismo tal y como le gustaba a Catalina.

Durante siglos este palacio fue la residencia oficial de los zares en verano, y fue aquí donde el último zar Nicolás II vivió arrestado hasta poco antes de su ejecución. En la actualidad este palacio sigue en reconstrucción, por lo que cada día se abren nuevas estancias al público que merecen ser visitadas. Recientemente se celebro un gran recepción dentro de los festejos del 300 aniversario de San Petersburgo, al que asistieron grandes personalidades de todo el mundo. Es un palacio diferente al lo que estamos acostumbrados a ver en la Europa Occidental, quizás demasiado recargado, pero que no deja de ser espectacular en todos los sentidos. Es sin nungun tipo de duda uno de los principales exponentes del estilo barroco en el ámbito palatino en Europa.


Palacio Stroganov

Esta obra maestra barroca fue realizada por Bartolomeo Rastrelli en San Petersburgo entre 1752 y 1754, por encargo del conde Serguéi Stróganov, enórmemente rico, cuyos descendientes vivieron en el palacio hasta la Revolución de 1917. Los Stróganov amasaron su inmensa fortuna con el monopolio de la sal, que venía de las minas de sus grandes posesiones del norta. El palacio, que dá a la Perspectiva Nevski, era una de las residencias privadas más importantes de la ciudad. La fachada que da al río está decorada con columnas dóricas, cornisas y frontón, así como con elaborados ventanales. El palacio, tras la Revolución se utilizó como museo ejemplarizante de aristocracia decadente del antiguo régimen..


Beloselsky-Belozerky

Tras este nombre dificilmente pronunciable se encuentra un palacio neorococó encantador en plena Perspectiva Nevski, en el centro de San Petersburgo. Data de finales del siglo XVIII, pero poco tiempo despues es ampliado y embellecido por el arquitecto Demertsov. A esta ampliación le seguiran otras muchas al ir anexionando terrenos próximos, así como al aumento de patrimonio de la familia que ya no se conforma con un palacio cualquiera, sino que entran en directa competencia con el cercano Palacio Stróganov. Sus interiores, que son de una profusión rococó muy del gusto de la época fueron en gran parte destruidos durante la guerra pero tras diversas intervenciones recuperaron el esplendor de antaño.
Mikhailovsky

El palacio de Miguel, es el edificio central del hoy Museo Ruso de San Petersburgo. Es un espléndido, con una belleza equilibrada, concebido como residencia del Gran Duque Michael. Fue terminado en 1825 siguendo el proyecto de Carlos Rosi, arquitecto que traerá a San Petersubro los aires renovados de Neoclasicismo, movimiento dentro del cual se engloba esta residencia. Sus fachadas son de un impresionante rigor clásico y estan decoradas en blano y amarillo, recreando los templos cásicos, asi como con gran número de estucos. A Nicolás II se debe la transformación del palacio en museo en homenage a su padre Alenadro III. Sus estancias fueron reformadas para ello pero aun se consevan la decoración original tanto en su vestíbulo de entrada como en la llamada Habitación Blanca.

¿Y como estarían decorados los interiores de estos palacios y las casas de los grandes de Rusia? Bueno, entre noviembre de 2011 y abril de 2012, se celebró en Madrid la exposición “El Hermitage en el Prado”, con fondos, claro está, del Museo Hermitage. Contestada la pregunta inicial. Objetos de arte variados y geniales, doy fe.



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