12/5/13

Historia 6. ANNA KARENINA

Literatura
LEÓN TOSTOIANNA KARENINA


¿Que cómo hay que contar una historia?
Así lo hace el bueno de Tolstoi y  sin aparente esfuerzo.

TODO EMOCIÓN. Ilusión, amor, pasión, desengaño, vergüenza, bondad, perdón, alegría, desesperanza, engaño, frialdad,celos sinceridad, culpa, compasión, debilidad, dignidad, decepción, gozo, arrepentimiento, incomprensión, duda, temor, abandono, coraje, rechazo, desolación, ofensa, dolor, hipocresía, desesperación...

MUCHO DE OBSERVACIÓN. ¿Cómo construye León los personajes? Pues observando y describiendo la retorcida naturaleza humana, los rasgos de carácter de los personajes, sus gustos, actividades, entorno... Claro, eso hace que sus acciones y decisiones sean tan entendibles, comprensibles. Y otra cosa que todavía me gusta más, todos ellos tienen sus sombras y luces bien detalladas. No hay buenos y malos sino personas con defectos y virtudes que toman decisiones y pagan por las consecuencias de las mismas.

UNA BUENA DOSIS DE AMBIENTACIÓN SOCIAL. Dos ámbitos por los que Tolstoy se pasea a placer: el mundo urbano, cortesano y el rural.
El ambiente urbano de la alta sociedad es rígido, encorsetado, teatral, hipócrita, ocioso, a la par que espléndido, lujoso, maravilloso. En contraposición, el mundo rural es duro, austero, sencillo, pegado a la realidad, sujeto a los ritmos que la naturaleza impone, sincero, familiarmente feliz. Aquí, a Tolstoi se le ve el plumero.
“Levin iba entre ambos. A la hora de más calor, el trabajo no le pareció tan difícil. El sudor que le bañaba le producía cierto frescor y el sol que le quemaba las espaldas, la cabeza, los brazos, arremangados hasta el codo, le daba más vigor y más tenacidad en el esfuerzo. Cada vez eran más frecuentes los momentos en que trabajaba como sin darse cuenta, y la guadaña parecía entonces que segase por sí sola. Eran momentos de dicha, más dichosos aún cuando, al acercarse al río en el que termina el prado, el viejo secaba la guadaña con la hierba espesa y húmeda, lavaba el acero en el río y, llenando de agua su botijo, se lo ofrecía a Levin”

UNA PIZCA DE HISTORIA. Rusia a finales del siglo XIX. ¡Menudo momento! Europa occidental incendiada por revoluciones liberales y nacionalistas, y la buena sociedad rusa chiflada con el encanto de lo francés. Una Rusia industrialmente subdesarrollada y con un mundo rural atrasado ¡cómo se preocupa Levin! Socialmente, con rasgos casi medievales, como lo demuestra la abolición de la servidumbre. Pero eso sí, con una imagen imperial que el sistema se preocupa de representar, a través de  actores fundamentales como  la alta sociedad. Todo ésto está a punto de estallar. ¡Qué buena manera de bucear en la historia a través de un relato!

GOTAS DE FILOSOFÍA. Filosofía de sentido común, o de andar por casa, como la llamo yo, que de cuando en cuando a Tolstoi se le escapa.
    ”¿qué haré? Tal pregunta no tenía otra respuesta que la que la vida da a todas las   preguntas irresolubles: vivir al día y procurar olvidar”
     “El fin de la civilización consiste en convertir todas las cosas en un placer”
     ¿Piensa que no lo veo, padrecito? He tenido tiempo de aprender a conocer a los señores. ¿No me he criado acaso entre ellos? Pero ya pasará, padrecito. Con tal que haya salud y la conciencia esté sin mancha, todo lo demás nada importa”
    “En cuanto a Vronsky, aunque se había realizado lo que deseara por tanto tiempo, no era feliz. No tardó en advertir que la realización de sus deseos no le procuraba más que un grano de la montaña de dicha que esperó. ¡Eterna equivocación del hombre que espera la felicidad del cumplimiento de sus anhelos!

GRANITOS DE “BELLEZA PORQUE SI”
No son abundantes, excesivos, pero si bonitos, bonitos.
      “Se iniciaba el  baile cuando Kitty entró con su madre en la gran escalera iluminada, adornada de flores, llena de lacayos de empolvada peluca y rojo caftán. De las salas llegaba el frufrú de los vestidos como el apagado zumbido de las abejas en una colmena. Mientras ellas se componían vestidos y peinados ante los espejos del vestíbulo…”
      “Las mujeres se acercaban, cantando, hacia Levin, que sentía la impresión de que una nube cargada de truenos de alegría se aproximaba a él”
  
Curioso. Después de muchos años me he vuelto a enfrentar con la Karenina y he encontrado otra novela. Bueno, el texto es el mismo, claro está,  pero es lo que tienen los clásicos, te hablan de diferente manera cada vez que los lees.
¿Me ha gustado? Seguro



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