18/6/13

Historia 7. EL GIRO, Stephen Creenblatt

OBRA LITERARIA


LA MODERNIDAD DE LO ANTIGUO
Que sí, que ya lo sé. La importancia de la Antigüedad. Tan clásica, tan atemporal, tan esencial... ¿Pero estamos todos de acuerdo? He visto bostezos de todos los tamaños cuando se habla de la Antigüedad con mayúsculas. ¿Será un problema de desconocimiento? ¿De quedarse en la superficie? Quizá no podría ser de otra manera cuando la fuente de información de masas sobre dioses y mitos clásicos es Walt Disney. Ojo, no tengo nada en contra, algo es algo, pero creo que de vez en cuando hay que elevar un poco el tono. Pues bien, esta es la ocasión.
Seguramente,  en el día a día, es difícil descubrir  la conexión entre el pasado y el presente, pero para bien y para mal somos deudores de los que nos precedieron. Algunos de las ideas con las que los clásicos se explicaron el mundo y al propio hombre son de una modernidad rabiosa. Por todos los dioses ¡qué modernos eran los antiguos!

Pues ni más ni menos sobre eso trata este libro, la explicación de lo que es el mundo material por un poeta clásico, Lucrecio, De rerum natura (Sobre la naturaleza de las cosas) Y por si esa fuera tarea vana, el autor también nos narra las peripecias de Poggio, el buscador de libros que en el s. XV redescubrió la obra salvándola del olvido y contribuyendo a que el Humanismo Renacentista cambiara para siempre nuestra forma de posicionarnos en el mundo.
El poema estaba condenado a perderse, como otras obras de la Antigüedad, pero se produjo un “giro” o “cambio de rumbo”, un cambio inesperado.  Un cambio de rumbo, una desviación imprevista de la trayectoria – en este caso hacia el olvido- que en apariencia seguían el poema y su filosofía”

EL VALOR DEL BUSCADOR
Un Indiana Jones del Renacimiento es lo que era el florentino Poggio Bracciolini. La acción comienza en 1417 con nuestro prota, como un aventurero, en busca de tesoros culturales, libros raros, fundamentales, rebuscando en los monasterios de media Europa. Un inicio casi novelesco. Debió ser ésta una tarea apasionante y no exenta de incomodidades y riesgos, aunque muy apreciada en esa época Los textos recuperados eran copiados, editados, comentados y celosamente comprados y vendidos, cubriendo de gloria a los que los hallaban y sentando las bases de lo que vendría a denominarse el “estudio de las humanidades”.
No sé si en este momento hay buscadores tan intrépidos y constantes  como en los tiempos que describe el libro. Quizá, quizá... los investigadores, ratones de biblioteca y archivo que pasan horas muertas en busca de una obra desconocida, un informe o carta manuscrita que habla con los datos reflejados en ella  y cuenta mucho de la personalidad de su autor a través de su caligrafía, exactitud, limpieza.  Las más de las veces serán horas pasadas con cierto tedio, pero en algunas ocasiones... me encantaría estar en el bolsillo de la chaqueta de uno de ellos.


LUCRECIO, TERRORISMO INTELECTUAL
Pero bueno ¿hay algo más trasgresor, innovador, peligroso que las ideas? Pues parece que no.  La historia está plagada de ejemplos. Nuestro profesor de Harvard dice del romano Lucrecio que vivió en el siglo I a.C.  Lucrecio había conseguido una integración casi perfecta de superioridad intelectual y de maestría estética” Pues eso, genio y talento de ese que traspasa fronteras y épocas. Algunas perlas del genio:
-        Todo está hecho de partículas invisibles.
-        Las partículas elementales de materia – “las semillas de las cosas” - son eternas.
-        Las partículas elementales son infinitas en número, pero ilimitadas en cuanto a la forma y al tamaño. ...Y con las semillas de las cosas, igual que con el lenguaje, las combinaciones se llevan a cabo según un código. Lucrecia no pretendía conocer el código oculto de la materia. Pero afirmaba que convenía darse cuenta de que existe un código que, en principio, puede ser investigado y comprendido por la ciencia humana.  (Un matemático inglés ha realizado una serie documental sobre el mundo físico y las matemáticas que se titula  “El Código”. ¡qué coincidencia!
-        El universo no tiene creador ni ha sido concebido por nadie.
-        Los seres humanos no son seres únicos.
-        El alma muere.  ...en el momento de la muerte esta se disipa como “ocurre cuando se ha evaporado el aroma de un vino, o cuando el suave perfume de una esencia se ha dispersado en el aire”
-        No existe el más allá.
-        Todas las religiones organizadas son ilusiones de la superstición.
-        El fin supremo de la vida humana es la potenciación del placer y la reducción del dolor.
La negación de la Providencia y la negación del más allá eran los dos grandes pilares que sustentaban todo el poema de Lucrecio.

No me resisto a reproducir este texto que aparece en el libro. Es Giordano Bruno (1584) realizando una farsa filosófica cuya finalidad era mostrar que la Providencia Divina, al menos como se entendía popularmente, no tenía mucho sentido. Mercurio tiene que hacer “A Laurenza, cuando se peine, que se le caigan diecisiete pelos, trece se le rompan, y de los diez renazcan en el plazo de tres días, y los otros siete no vuelvan a salirle. La perra de Antonio Savolino quede preñada de cinco cachorrillos, de los cuales, llegado su tiempo, vivan tres, y que a dos lo tiren; y de aquellos tres, el primero sea parecido a su madre, el segundo sea cruzado y, el tercero sea en parte parecido a su padre y en parte al perro de Polidoro. En ese tiempo óigase cantar al cuco desde la Starza, y no emita ni más ni menos de doce graznidos; y luego váyase y estese en las ruinas del castillo Cicala once minutos, y desde ahí váyase volando a Scarvaita, y de lo que haya de ser luego, proveeremos más tarde
Claro, acabó en la hoguera.
En el origen, lo que está en el fondo es la filosofía epicúrea que desprendía el poema  “Por consiguiente, retengamos todo el tiempo que nos sea posible (¡y ojalá sea mucho¡) esos placeres carnales de los que no cabe dudar y que no volveremos a tener en otra vida no se nos escapen y no los dejemos escapar” Bueno, bueno...
Lucrecio exponía una visión moralizadora del principio romano del placer, pero el que acabó por imponerse el la visión moralizadora del principio de dolor cristiano (redención por el padecimiento)

Durante la Edad Media e inicios del s. XV esas ideas fueron peligrosas, pero es que lo son actualmente en determinadas sociedades y en grupos concretos.
  

VIAJE HISTÓRICO PLACENTERO
Primera escala en el tiempo y en el espacio, la época del romano Lucrecio, el s. I. a.C.
Personaje poco conocido, pero los descubrimientos de Herculano nos ayudan a conocer el mundo en el que se leyó por primera vez el De rerum natura. (79 a.C.) En la Villa de los Papiros de Herculano se encontraron trozos de papiro con textos del Rerum. Estos romanos, tan agresivos y primitivos en ocasiones, pero tan cultos y amantes del buen vivir en otras. ¡Qué vida la de la clase cultivada romana en sus villas¡ ¡Con ese refinamiento artístico, ese clima mediterráneo, esa costumbre tan nuestra de la conversación¡ Bueno, pues eso, los romanos.
Segunda escala, la Italia Renacentista. Es la época de Poggio, el buscador de libros, que  está inmerso en el descubrimiento de los tesoros clásicos. El ambiente próspero, cultivado y ansioso de conocimiento de Florencia, es en el que la obra de Lucrecio, gracias a Poggio, empieza a hechizar con sus encantos. La cultura surgida de la antigüedad que mejor resume la aceptación lucreciana de la belleza y el placer y que la impulsó como una búsqueda humana legítima y valiosa fue la del Renacimiento”


MIL GRACIAS A LOS ERUDITOS POR COMPARTIR. 
Hace no demasiado tiempo,  leía un artículo periodístico en el que se reflexionaba sobre la filosofía. Bueno, mejor dicho, sobre el hecho de que hay escasez de reflexión filosófica en los tiempos que vivimos. Mucho comentario de lo hecho y reinterpretación de lo ya dicho, pero poco quehacer filosófico original.  Puede ser, no alcanzo.
A los pocos  días leí este libro y, en uno de mis saltos mortales mentales, trace puentes y conexiones. Quizás algunos de nuestros intelectuales estén dormidos o viviendo la vida loca, qué se yo, y han olvido el trabajo duro creativo. Pero yo agradezco enormemente que algunos de ellos dediquen parte de sus esfuerzos  intelectuales  a la divulgación seria, y dejen para otro día los avances intelectuales, científicos... Ni más ni menos. Sin más pretensiones. Claro, sencillo, riguroso y muy interesante Estar en el olimpo intelectual está muy bien y es una de sus obligaciones, pero creo que devolver a la sociedad algo de su trabajo, también lo es. Gran parte de la sociedad está preparada intelectualmente para apreciarlo. Así pues, estoy encantada con este libro del profe de Harvard  que ha conseguido compartir investigación y conocimientos de una manera muy entretenida.

EFECTOS  COLATERALES  DE  LA  LECTURA...PENSAR
¿Realismo, practicidad o idealismo, “por amor al arte”?
Las ventajas puramente crematísticas del descubrimiento de estas joyas clásicas, no debieron ser ajenas a  Poggio. Pero, no sólo ese objetivo mueve a los buscadores de conocimiento. Poggio era secretario apostólico en la Roma del siglo XV ¡vaya momento y lugar¡ y llegó a hastiarse de las intrigas papales. Pero listo como era, un superviviente nato, se buscó su propia salvación El modelo de sueños, aplazamiento de los mismos y solución de compromiso es muy habitual: de hecho, es el paradigma de una vida fracasada. Pero Poggio no sucumbió a él, aunque no le habrían faltado motivos para hacerlo” Lo que lo salvó fue un anhelo obsesivo que lo poseía: su manía por los libros¡Ay¡...la necesidad de proyectos, pasiones, sueños ...
“Para Poggio, esa experiencia era lo que significaba sumergirse en un libro antiguo: Estoy libre para leer”
Riesgo. Y si por soñar no te gusta el presente? Pero parece que esa libertad –consistente en sumirse en los tiempos pasados de la Antigüedad - intensificó siempre su alienación del presente”
Menudo problemón, ¿engaño o salvación? ¿Vivir para una pasión que te de la gasolina para ir tirando y esquivando la fea realidad? ¿Estar a cinco metros de la realidad cotidiana que te permita subsistir con elegancia? ¿Despegarte tanto del día a día hasta el punto de no reconocerlo?
Aristóteles hubiera dicho, el justo medio, hay está la virtud. Fácil decirlo.

El miedo como estabilizador social
A través de la cultura cristiana se ha difundido la creencia en la Providencia y en el sistema de premios y castigos en el más allá. Algunas de las  fuerzas motoras de esta construcción tiene como protagonistas al miedo, el castigo, la culpa. Actuar adecuadamente pensando en el premio en otra vida, y sobre todo, para evitar el castigo sin fin. Pero qué pasa con el ser humano ¿no somos capaces de acallar  la animalidad que poseemos y actuar con arreglo a una ética social aceptablemente justa? ¿Únicamente es el miedo al castigo el que nos obliga a evitar nuestros instintos más rechazables? Pues si que estamos buenos. Así se entiende que políticos, gobiernos... utilicen esa fuerza demoledora para llevar a cabo acciones carentes de ética. Sin remedio.

La esencia
“El núcleo del poema de Lucrecio es una profunda meditación terapéutica acerca del miedo a la muerte” “La muerte no es nada para nosotros” “Pasar la vida atenazados por la angustia de la muerte, decía es una locura. Es una forma segura de que la vida se le escape a uno de entre los dedos sin haberla vivido con plenitud y sin disfrutar de ella”
“El objetivo de Lucrecio con el poema. Lo que los seres humanos pueden y deben hacer, decía, es dominar sus miedos, aceptar el hecho de que tanto ellos como todas las cosas que tienen ante sí son efímeros, y aprovechar la belleza y el placer que ofrece el mundo”

Creo que se nota que me ha gustado mucho. Gracias Stephen.



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