18/6/13

Historia 7. EL GIRO, Stephen Creenblatt

ARTE

ARTE MADE IN ITALY

¿Estaría en el ADN itálico la predisposición a lo creativo? ¿Habrá ayudado a ello la luz, el mar, el calor, el verano casi casi atemporal, la chicharra del día y los grillos de la noche?  ¿Quizás la comida gustosa, el aceite, el vino? ¿Puede que el elevado tono de su forma de hablar a la cual ni nosotros podemos sustraernos, sus gestos contundentes? ¿Las buenas intenciones de sus gobernantes, el altruismo de los poderosos y mecenas, digo de los pasados? Vale, subamos el tono, ¿el placer de la conversación, el gusto por lo bien hecho, por el detalle, el saber disfrutar de la vida?
Puede que un poco de todo, o quizás nada de nada. Eso de la creatividad da para hablar mucho y para llegar a poco. Lo absolutamente cierto es que los italianos fueron capaces de crear en su suelo patrio dos de los movimientos culturales y artísticos más importantes de los que en el mundo han sido: la cultura romana y el Renacimiento. Lo hecho hecho está.

Ni se me pasa por la cabeza meterme con el arte que produjo la cultura romana o el Renacimiento italiano, así en extenso, empresa enciclopédica que dejaré para otro día. Pero si me voy a dejar llevar por dos joyitas artísticas, una por cada periodo.


Herculano
¡Ah LOS ANTIGUOS ROMANOS! Sobrios, recios, tan prácticos ellos. Empedraron, canalizaron y urbanizaron media Europa. Los mejores constructores e ingenieros de la Antigüedad. Cierto, todo cierto. Pero  además, sabían vivir ¡vaya que si sabían! En una de las villas de Herculano, la Villa de los papiros, durante las excavaciones llevadas a cabo allí, aparecieron restos de la obra de Lucrecio. Por ello, Herculano es nuestro primer escenario. En ambientes como estos se leyó a Lucrecio.
Estas casas son en si mismas obras de arte, por lo que se ve y por lo que se intuye. Los restos encontrados  nos permiten reconstruir su riqueza, decoración, ambiente. Sus propietarios, dentro de  estas arquitecturas magníficas, sabían rodearse de esculturas y pinturas que las embellecían. Además, como el caso de la citada villa, paladeaban la mejor literatura y filosofía de su época. Eso si es saber vivir. Lo demás, aproximaciones.   


Con un poquitín de paciencia, una página alucinante sobre Herculano.
Se puede pasear por todo el yacimiento y adentrarse en las casas.


La otra joyita nos lleva al RENACIMIENTO italiano de la mano de POGGIO el buscatesorosLos textos recuperados eran copiados, editados, comentados y celosamente comprados y vendidos, cubriendo de gloria a los que los hallaban y sentando las bases de lo que vendría a denominarse el “estudio de las humanidadesnos dice el autor de El giro.  Un ejemplo del buen hacer de Poggio es una de  sus obra Facetiae Poggii Florentini oratoris clarissimi que se conserva en la Biblioteca Digital Hispánica.El florentino fue muy apreciado en su época por su caligrafía. Su profesión era la de scriptor, esto es, escribiente de documentos oficiales de la burocracia papal, y, gracias a su habilidad y astucia, había ascendido hasta obtener el codiciado cargo de secretario apostólico” Toda una obra de arte del humanismo renacentista. (Ver en la pág. web la digitalización)




Para ver amantes actuales de los libros



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